Turismo en Lot-et-Garonne: las curiosidades de las orillas del Lot

En verano, el río es el lugar ideal para refrescarse y pasear por sus orillas, hogar de una sorprendente flora y fauna.

«La parte más salvaje del Lot se encuentra entre el puente Casseneuil y la entrada a Villeneuve-sur-Lot», afirma Annibal Fereira, aficionado a los ríos. Las orillas son muy inaccesibles, un contexto ideal para la regeneración del agua y los entornos. Una zona que revela los secretos de una flora y fauna inesperadas a los visitantes más pacientes a bordo de sus canoas.

Los bananos son la primera curiosidad a lo largo de las riberas. Probablemente cultivados a partir de tocones arrojados al agua por individuos, han ido enraizándose gradualmente en las orillas en los últimos años, como el banano de cinco metros que crecía bajo el puente Casseneuil. «El hecho de que estas plantas persistan es una señal del cambio climático», afirma Annibal Fereira. Dado que el agua ya no se congela en invierno, «se ha establecido un microclima a lo largo de las orillas del Lot».

Estas nuevas condiciones ambientales favorecen el desarrollo de una fauna asombrosa. Los visitantes curiosos pueden avistar tortugas en lugares secretos de Annibal Fereira, quien prefiere garantizar sorpresas para los visitantes y tranquilidad para los animales. Liberadas individualmente en el agua, las tortugas se han adaptado a su nuevo entorno hasta alcanzar su tamaño adulto. La fauna del Lot y sus alrededores también es muy rica en la reserva natural, entre Fongrave y Sainte-Livrade. Los visitantes se encuentran regularmente con cisnes, carpas y martines pescadores.

El río Lot está repleto de pequeñas cascadas y manantiales ocultos a lo largo de sus orillas. A menudo creados por afluentes, son fáciles de descubrir en canoa y ofrecen un entorno refrescante para los senderistas. El turismo fluvial se ha desarrollado gracias a los centros de deportes acuáticos del río y ahora está innovando con productores locales. El proyecto " Canoë-Cave " ofrece la oportunidad de descubrir el Domaine Lou Gaillot. Tras un paseo en barco, los visitantes desembarcan en los viñedos para una cata con el enólogo Gilles Pons.