¿Qué tarjeta bancaria debería elegir un adolescente?

El mercado de tarjetas bancarias para jóvenes está en auge. ¿Cómo elegir? ¿Y bajo qué condiciones?

Dejando de lado el debate sobre si es demasiado joven o no, si tu hijo adolescente quiere tener una tarjeta bancaria, o si tú quieres que la tenga, debes saber que, por lo general, es posible a partir de los 12 años. La edad depende de la entidad bancaria; algunas las ofrecen a partir de los 10 años.

La idea es permitirles pagar sus pequeños gastos con una tarjeta a su nombre. Obviamente, los menores no pueden tener una cuenta propia; esta debe ser administrada de forma segura por sus padres. La tarjeta requiere una autorización sistemática, es decir, el saldo de la cuenta debe ser suficiente para permitir transacciones; el menor no puede estar en descubierto. Esto es imposible.

Generalmente, para abrir la primera cuenta de su hijo adolescente, como padre, debe contactar a su banco. Por lo tanto, las opciones para obtener una tarjeta para su hijo son relativamente limitadas. Uno de los padres debe ser cliente de la institución. Sin embargo, existen establecimientos abiertos a todos, como Kard, Nickel y Pixpay, que se especializan en jóvenes. Sea cual sea la opción, es bueno tener la comunicación con el niño para que pueda consultar su cuenta, y usted también.

En cuanto al precio, no es muy caro, mucho menos que el coste medio anual de las tarjetas bancarias para adultos. Se calcula que pagará unos 20 euros al año.

Sin embargo, tenga cuidado, ya que estas tarjetas para adolescentes suelen tener una comisión por retirar efectivo. A menudo, solo se permiten tres retiros al mes, y luego tendrá que pagar. Y la factura puede acumularse rápidamente. Además, tenga cuidado si su hijo lleva la tarjeta a una excursión escolar o a un curso de idiomas; también debería comprobar las comisiones por transacciones en moneda extranjera, especialmente fuera de la eurozona.

Una de las ventajas que ofrece una tarjeta bancaria es que ayuda a los niños a familiarizarse con la gestión del dinero. Por eso, programas como Pixpay y Kard ofrecen módulos de formación para adolescentes.

De lo contrario, recuerde que el día de su 18.º cumpleaños, el joven se convierte en el único tutor legal de su cuenta. Puede conservar o no la misma tarjeta bancaria, según el banco. El verdadero cambio es que los padres ya no tienen acceso a la cuenta de su hijo.