El gigante petrolero británico BP se retira de las energías renovables

A diferencia de algunos de sus competidores, el grupo ha anunciado su reorientación hacia el petróleo y el gas.
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BP venderá sus operaciones de energía eólica terrestre en Estados Unidos. Esta transacción, cuyo valor no se ha revelado, involucra específicamente diez parques eólicos en siete estados de EE. UU. Se espera que el acuerdo se cierre a finales de año.
Si bien se trata de una decisión estratégica importante para la empresa, no sorprende. En febrero de 2025, BP anunció que abandonaba su estrategia climática y volvía a su negocio principal: la extracción y refinación de petróleo y gas.
La dirección afirma que el grupo ya no está en la mejor posición para garantizar el desarrollo de su parque eólico en Estados Unidos. Cree que ha sido demasiado ambicioso, tras haber visto demasiadas expectativas en cuanto a rentabilidad, que aún son demasiado bajas. « Hemos ido demasiado lejos y demasiado rápido», afirma el director de la división de energía baja en carbono de BP.
Al reorientar su negocio hacia la producción de petróleo y gas, el gigante británico espera impulsar sus decrecientes beneficios y, sobre todo, dar margen para redistribuir dividendos a los accionistas que se oponen firmemente a los proyectos de descarbonización, que consideran poco rentables. Para gran consternación de las organizaciones ambientalistas, BP ha tomado claramente la decisión de sus accionistas.
Y esto ocurre en un momento en que abundan los rumores, incluyendo el de una adquisición de BP por parte de su compatriota Shell, que acaba de desmentirlo formalmente. Según expertos del sector, la venta de sus parques eólicos en Estados Unidos podría reportar a BP una gran parte de los 20.000 millones de dólares (unos 17.000 millones de euros) en ventas de activos que planea. BP no es el único grupo petrolero que ha dado marcha atrás en sus objetivos climáticos. La otra empresa británica, Shell, muestra las mismas ambiciones. En Estados Unidos, Exxon y Chevron están en la misma sintonía, impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
Cabe destacar que Estados Unidos se ha convertido en el principal productor mundial de petróleo, superando a los países del Golfo Pérsico, gracias en particular al petróleo de esquisto. Trump no quiere renunciar a este liderazgo por nada del mundo. En cuanto a la empresa francesa TotalEnergies, sin abandonar su negocio de hidrocarburos, la multinacional continúa invirtiendo masivamente en electricidad. Su objetivo es estar entre los cinco principales productores mundiales de electricidad renovable para 2030.
Francetvinfo