Descifrado: Cómo los Blues hicieron de los extremos su plataforma de lanzamiento preferida en la Eurocopa
Desde el inicio de la competición, los Tricolores han apuntado sus zonas de ataque con gran precisión. 48% en el tercio derecho del campo contra Inglaterra (2-1, 5 de julio) , 47% en el tercio izquierdo contra Gales (4-1, 9 de julio) , luego nuevamente 44% en el tercio izquierdo contra Holanda (5-2, domingo) ... Un reparto desigual que ha permitido al ataque de los Blues establecerse como el segundo mejor de la fase de grupos (11 goles) detrás de España (14), y que refleja el deseo del seleccionador Laurent Bonadei de aprovechar al máximo los perfiles explosivos que tiene en las bandas.
En esta Eurocopa, ninguna jugadora ha marcado más goles por partido que Delphine Cascarino. La extremo derecha francesa promedia hasta la fecha 2,75 goles y/o asistencias por 90 minutos, dando la impresión de ser capaz de eliminar a cualquiera, en cualquier momento. Tanto es así que Maren Meinert, segunda entrenadora de Alemania, declaró antes del partido de cuartos de final contra Les Bleues : «No se puede dejar a una jugadora sola contra ella. Si está en un buen momento, hay que enfrentarla en pareja».
Un perfil giratorio característico de la jugadora de San Diego, quien además parece estar en el mejor estado de ánimo posible según su entrenador. "Usamos jugadoras con menos pie desfavorable. Puedo usar mi pie izquierdo, que no es mi pierna fuerte, al igual que Sandy (Baltimore) puede usar el derecho. Esto nos da un carácter impredecible para variar las cosas", explica Cascarino.
Una libertad que tiene por tanto como objetivo en primer lugar dejarle espacio con su pie fuerte para atacar la línea de gol por el lado derecho, lo que puede explicar la presencia de Marie-Antoinette Katoto en el eje en lugar de Clara Mateo, pero que la extrema no duda en utilizar para desmarcarse si es necesario.
Por otro lado, en la banda izquierda, Baltimore también destaca, habiendo marcado 6 de sus 10 goles con la selección desde el 25 de febrero. Explosiva y cómoda en espacios reducidos, la zurda del Chelsea es, sin embargo, menos apta para carreras largas que Cascarino. Capaces de entrar en acción rápidamente en ataque, las dos extremas también se benefician especialmente de la presión francesa, en la que participan activamente, lo que les permite proyectarse con gran rapidez para recuperarse ante bloques que luego se muestran desorganizados y sin recursos.
Además de su gran capacidad para marcar la diferencia por sí solos, lo cual podría bastar para inclinar el partido a su favor, los extremos franceses también cuentan con mecanismos perfectamente coordinados a su alrededor. "El entrenador nos da libertad, podemos jugar por dentro o por fuera", afirma Cascarino. "También depende de la contribución de nuestros laterales, ya que son muy importantes en ataque. Nos adaptamos, intentamos no pisarnos los talones. Hay una gran complementariedad en los extremos".
Gracias a un trío cercano y complementario de extremo, central y lateral en la misma banda, las francesas logran crear numerosos desequilibrios. Una jugadora se sitúa en profundidad para apoyar o cubrir, otra un poco más arriba en el medio espacio para ofrecer relevo y fijar la defensa rival, y otra por banda, generalmente lanzada, para explotar los espacios.



Así, Bonadei asegura bandas móviles y precisas en los extremos de su 4-3-3, además de impulsar regularmente a sus extremos para que ocupen una posición más axial, lo que inevitablemente los acerca a la superficie y, por lo tanto, a la portería. Esta dinámica ya ha permitido a la selección francesa batir su récord de goles en una Eurocopa (11), permitiendo que nueve jugadores marcaran (Katoto, Baltimore, Mateo, Diani, Majri, Geyoro, Toletti, Cascarino, Karchaoui), la mayor cantidad para una selección francesa en un gran torneo. "Intento implementar mecanismos automáticos para crear huecos y causar problemas al rival", explica Bonadei. Pero quién sabe, ¿quizás ataquemos por el centro contra Alemania?"
L'Équipe