Incendio en Talence, cerca de Burdeos, en 1971: «Los trabajadores acababan de marcharse»

EN LOS ARCHIVOS – El 21 de julio de 1971, al anochecer, 20 trabajadores acababan de salir del taller de costura de la fábrica de calzado Berteil, en la rue du Colonel-Moli, en Talence, cuando repentinamente estallaron las llamas… Y, a pesar de la rápida intervención de los bomberos, la fábrica sufrió daños considerables. Artículo publicado en aquel momento.
Anoche, a las 18:30. La Rue du Colonel-Moli de Talence se convirtió repentinamente en una manguera y una residencia de bomberos, al extenderse un penetrante olor a quemado. Poco antes se había declarado un incendio en los talleres de Berteil et Cie, empresa de calzado infantil.

Archivos del Suroeste/Michel André
Tres hombres, un cortador, el capataz y el contador, seguían trabajando cuando se incendió la caldera de gasóleo. Y, mientras se trasladaban las cajas, los pocos materiales que se salvaron del incendio, el Sr. Michel Guzmán, el cortador, relata: «De repente, se fue la luz. Subí al primer piso con el capataz y, al mismo tiempo, el contador dio la alarma. En quince minutos, el taller donde se cosen las botas se había incendiado. En cinco minutos, los bomberos extinguieron los escombros que aún humeaban».

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El capataz, Sr. Antonio García, explica: «Llamamos inmediatamente a los bomberos. Pero aquí (una oficina en el primer piso), enseguida se volvió irrespirable. Había humo por todas partes».

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Donde antes se alzaban el taller de costura y una oficina, no queda ni una sola máquina; el techo está dañado y el suelo roto. Gotea agua del techo, pero eso no es nada considerando que media hora antes del desastre, veinte trabajadores estaban tranquilos y ocupados en sus últimas tareas del día.
Pudo haber sido muy grave. Pero por suerte, yo era el único que hacía horas extras. El testimonio del Sr. Michel Guzmán coincide con el del Sr. Antonio García: «Sí, poco antes, había gente allí...».

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Los bomberos, comandados por el teniente Champagne, desplegaron una manguera grande y seis pequeñas. Se instalaron en la fábrica, más acostumbrada a un entorno de rollos de fieltro, montones de cuero fino y materiales delicados. Afortunadamente, el almacén no se vio afectado, y el taller de corte apenas. Solo el taller de costura... Pero allí, el fuego no se contuvo.
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