Don McCullin, de casi 90 años, y todavía con una visión inflexible del mundo

Para ir más allá

Puede que conduzca un todoterreno BMW, vista un elegante traje de tweed y haya sido nombrado caballero por la Reina, pero el fotógrafo Don McCullin siempre será una mala hierba que creció en la miserable tierra de Finsbury Park, al norte de Londres. A la entrada del centro cultural de La Gacilly, un pequeño pueblo de Morbihan donde el festival de fotografía se prepara para homenajearlo, el británico de 89 años vio de reojo a dos policías.

“Cuando veo a la policía, tengo una especie de reflejo. De niño, andaba con matones y criminales”, confiesa. “De adolescente, fui a una pequeña escuela de arte, pero no pude quedarme allí. La influencia de los chicos con los que crecí era demasiado fuerte. Si veían que intentabas educarte, te volvían a incorporar a sus filas. Era muy tribal, un poco como los aficionados al fútbol. Tenías que ser duro, saber cómo…

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