¿Cómo llegó este joven del Var a ser el único francés en el reparto de «El juego del calamar», la exitosa serie de Netflix?

Qué pequeño es el mundo. Literal y figurativamente. Jordan Lambertoni, de 32 años, lloró por primera vez en Toulon, donde su madre parisina y su padre italiano se conocieron y se establecieron. La familia se instaló después en Six-Fours-les-Plages, pero fue desde Canadá, en Montreal para ser precisos, desde donde hablamos con él... ¡porque es el único francés que ha aparecido en la serie surcoreana de éxito mundial: El Juego del Calamar !

En la tercera y última temporada, disponible en Netflix desde el 27 de junio, Jordan Lambertoni interpreta a un VIP, uno de esos personajes turbios y adinerados cuyo único y máximo placer morboso es pagar una fortuna por el derecho a matar a los concursantes en el juego de supervivencia, el hilo conductor de las tres temporadas. ¿Cómo llegó este joven entusiasta del baile a la serie más vista de la historia de Netflix? Retrocedamos un poco. En 2015, desde su Var natal, Jordan Lambertoni es un joven soñador apasionado por el K-pop, este movimiento musical colorido y visual que llega a Europa desde Corea del Sur. Bailando bastante bien, el joven de Var se embarca en un viaje sin retorno a Seúl. Para asombro de sus seres queridos, a pesar de que su familia lo anima. "Me alojé en un albergue juvenil durante dos años, donde también trabajé para llegar a fin de mes. Tomé clases de coreano y enseguida me encontré en un mini-reality show en Singapur donde bailaba", recuerda. “Poco a poco, hice videos musicales, películas para televisión, anuncios y me encontré trabajando como columnista en un programa coreano ”.

En el lugar, el currículum del joven francés, perfectamente bilingüe, no pasó desapercibido. Intentó muchas aventuras en el mundo de los medios, pero fue la era pos-COVID la que le ofreció una oportunidad única: audicionar para la secuela de la serie surcoreana El Juego del Calamar...

Cláusulas de confidencialidad y secreto mantenido durante un año

Hice la audición en 2023, pero no obtuve la respuesta hasta ocho meses después. La primera temporada acababa de estrenarse, todo el país hablaba de ella; fue un fenómeno. El casting era para el papel de un VIP, personajes sulfurosos, detestables para algunos, interpretados por occidentales y, en ocasiones, muy criticados por el público. "Estaba un poco preocupado por este papel porque los VIP tienen mala imagen ante el público general y mi personaje es el joven del grupo, no necesariamente el más hablador, pero sí un poco molesto, altivo, una buena cara para abofetear..." , ríe Jordan Lambertoni. La producción de El Juego del Calamar es tal que el joven del Var firma muchas cláusulas de confidencialidad.

En el set, no se permitían fotos ni vídeos, las lentes de los smartphones estaban cubiertas con fundas y tampoco había forma de traer un recuerdo. "Tuve que mantenerlo en secreto durante un año, incluso para mis seres queridos", confiesa. Naturalmente, se siente aliviado de ver esta tercera temporada en línea. Un estreno que también coincide con su salida de Corea del Sur. Como si todo hubiera cerrado el círculo. "Pasé nueve años en Corea y me planteé preguntas después de cumplir los treinta, porque los papeles para extranjeros son escasos y a menudo secundarios. ¿Qué podría haber hecho mejor que El Juego del Calamar ? Quería descubrir Norteamérica, Canadá y ver algo más".

Una venganza contra la vida

Tras llegar a Montreal el pasado marzo, Jordan Lambertoni no descarta volver a Francia si se abre una puerta. "Me fui a Corea del Sur sin nada hace nueve años y vuelvo con una 'capa de lujo' a la espalda, es una expresión coreana. Es mi segundo país; pienso como un coreano en ciertos temas", continúa. Su sociedad es diferente a la nuestra; tienen un estado mental que he asimilado a la perfección: el noon-chi . Es la capacidad de comprender por uno mismo cuándo se molesta a alguien o cuándo se decide hacer algo sin que nadie se lo diga. A pesar de todo, sigo siendo sureño. Cuando vuelvo a Six-Fours, me gusta ir a mojarme los pies en el mar mientras tomo un Ricard.

Aunque nadie lo tomó en serio cuando se fue en 2015, Jordan Lambertoni está disfrutando de esta loca aventura: "Se burlaron mucho de mí cuando era más joven, es una gran venganza contra la vida".

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