Los ferrocarriles alemanes se enfrentan a los retos del cambio climático

El 27 de julio, un tren alemán descarriló tras un deslizamiento de tierra provocado por las lluvias. Tres personas murieron y unos 40 pasajeros resultaron heridos. Deutsche Welle cree que el accidente demuestra que el cambio climático tendrá consecuencias significativas para el transporte ferroviario.
Los rescatistas descubrieron una escena desoladora a su llegada. Tres días después del descarrilamiento de un tren cerca de Riedlingen, en el suroeste de Alemania, Deutsche Welle repasa las circunstancias del accidente, que se cobró la vida de al menos tres personas y dejó heridas a unas cuarenta.
Se informó que las fuertes lluvias provocaron un deslizamiento de tierra en la vía férrea, lo que provocó que la locomotora se saliera de la vía. El desastre llevó a la emisora alemana a preguntarse: "¿Cómo podemos preparar los ferrocarriles para las consecuencias del cambio climático?".
Si bien los trenes son uno de los medios de transporte más seguros del mundo, «la tragedia en el suroeste de Alemania demuestra que pueden volverse peligrosos en caso de lluvias intensas». Sin embargo, el cambio climático aumenta el riesgo de lluvias intensas, deslizamientos de tierra, calor extremo e incluso incendios.
Deutsche Bahn es consciente de ello. La empresa ferroviaria estatal alemana se ha asociado con el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático para transformar su infraestructura. Puentes adaptados a las fuertes inundaciones y monitoreo de árboles mediante inteligencia artificial para evitar su caída.
Courrier International