Ocho migrantes deportados de Estados Unidos fueron trasladados a Sudán del Sur
Ocho migrantes irregulares de varios países, deportados de Estados Unidos en mayo, llegaron a Sudán del Sur el sábado 5 de julio, según anunciaron el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. y un funcionario del Departamento de Estado del país africano. Anteriormente, habían estado retenidos en una base militar estadounidense en Yibuti después de que un juez suspendiera dichas deportaciones alegando que no se les había dado una "oportunidad significativa" para impugnarlas.
Pero el jueves, la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó su deportación a Sudán del Sur, uno de los países más pobres del mundo y asolado por una inestabilidad crónica. El derecho internacional prohíbe la devolución de migrantes irregulares a países donde corren el riesgo de ser torturados o ejecutados.
Las autoridades estadounidenses afirman que los ocho hombres, algunos de los cuales ya cumplieron sus condenas, fueron condenados por delitos violentos. Solo un migrante es de Sudán del Sur. El grupo también incluye a dos birmanos, dos cubanos, un vietnamita, un laosiano y un mexicano. Sus respectivos países se han negado a devolverlos, una razón esgrimida por la administración Trump para enviarlos a un tercer país.
Un país en medio de tensiones crecientes"Llegaron a Yuba [capital de Sudán del Sur] a las 5 de la mañana de hoy [sábado] desde Yibuti", declaró un funcionario sursudanés, que solicitó el anonimato, y añadió que habían sido transportados por la Infantería de Marina de Estados Unidos. En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos celebró la deportación "tras semanas de retrasos por parte de jueces militantes". "Estas personas enfermas finalmente serán deportadas a Sudán del Sur el Día de la Independencia", declaró Tricia McLaughlin, portavoz del departamento.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha convertido la lucha contra la inmigración ilegal en una prioridad absoluta de su segundo mandato y ha prometido deportar a millones de migrantes irregulares. Aboga por recurrir a terceros países ante la negativa de algunos países de origen a acoger a sus ciudadanos.
Tras obtener su independencia en 2011, Sudán del Sur sufrió una guerra civil entre 2013 y 2018 que dejó 400.000 muertos, y la ONU teme que se reanude un conflicto a gran escala. Desde enero, las tensiones entre el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar, quien se encuentra bajo arresto domiciliario, han desembocado en enfrentamientos abiertos entre sus fuerzas armadas. Según la ONU, aproximadamente 900 personas murieron entre enero y abril.
El mundo con AFP
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