Meliá suma cinco estrellas a Málaga con la apertura del ME Marbella y un plan de expansión de lujo

Meliá Hotels International ha abierto este 24 de julio oficialmente el ME Marbella, segundo cinco estrellas que la cadena estrena este año en la provincia tras una reforma exprés de seis meses y medio y 20 millones de euros de inversión. El proyecto, que duplica la plantilla hasta los 250 colaboradores, consolida la apuesta del grupo balear por un segmento de lujo que ya aspira a sumar cinco establecimientos de máxima categoría en la provincia de Málaga.

Esta reforma se encuadra dentro del plan de inversión de 125 millones de la compañía balear en Málaga. A estos dos hoteles 5 estrellas en Marbella (Hotel Don Pepe Gran Meliá, y ME Marbella), se les unirán otros 3 alojamientos más en Málaga, Ronda y Estepona con la misma calificación hotelera. Esta apuesta por la Costa del Sol se ve justificada en su constante crecimiento en el turismo de lujo, como afirman desde Petra, sociedad propietaria del alojamiento.

El proyecto transforma por completo el edificio de los años 80 situado en Puerto Banús. La reforma, firmada por los arquitectos Adriana y Álvaro Sans (Estudio ASAH), reinterpreta la villa romana de Río Verde con patios circulares, materiales nobles y una integración total entre interior y exterior. El complejo ofrece 200 habitaciones, 24 de ellas suites, la presidencial de 420 m², un spa, varias piscinas y El Oasis, beach-club interior que centraliza la vida social del hotel.

El ME Marbella despliega una oferta gastronómica diversa y sofisticada, pensada tanto para sus huéspedes como para el público local. Bajo la dirección del grupo Pont Hospitality, el hotel alberga tres espacios diferenciados: Solana, con un concepto importado de Miami que fusiona brasas, sabores latinos y estética vibrante; Barlume, de espíritu cosmopolita y carta costera acompañada de cócteles de autor; La Terraza del Med, que rinde homenaje al producto de cercanía con una propuesta mediterránea diseñada para el cliente local . Esta variedad permite adaptar la experiencia culinaria a distintos ambientes y momentos del día, convirtiendo al hotel en un nuevo polo gastronómico en la Costa del Sol.

Más allá del alojamiento, el hotel programa música en vivo, arte y experiencias de bienestar vinculadas a la cultura local, desde degustaciones de vinos submarinos hasta talleres de cerámica, para atraer a un viajero lifestyle que busca vivencias únicas. Con esta apertura, Meliá consolida su estrategia de crecimiento en el segmento de lujo y vuelve a situar a Marbella en el epicentro del turismo experiencial de élite de la península.