La colombiana que quiso conocer a Gabo y terminó explorando 100 países: la historia de una viajera incansable

Con la ilusión de conocer a Gabriel García Márquez, su escritor favorito, Michelle Andrea Suárez viajó sola a México en 2001. Fue el inicio de un recorrido que ya suma 100 países.
“Me enamoré de este país. Estuve dos semanas recorriéndolo: visité la capital, Puebla y Oaxaca. Conocí personas, su cultura y gastronomía y fue ahí cuando me di cuenta que amaba viajar”. Aunque no logró conocer a Gabo, sino hasta tres años después, ese primer viaje marcó un antes y un después. Se enamoró de otra cultura, de otro país y de las personas que habitan esos territorios.
Sus primeros viajes, sin embargo, fueron imaginarios. Suárez se considera una lectora ávida. “Empecé a viajar con la lectura, que me permitía ir a otros mundos, territorios y moverme en el tiempo y el espacio”.

Tienda de especias en el Souq de Marrakech, Marruecos (país #28). Foto:Cortesía.
Admite que se convirtió en viajera por accidente. “En Colombia nunca tuve realmente la oportunidad de viajar. Por razones económicas, no estuve expuesta a hacerlo. Además, mi familia tampoco lo hacía con frecuencia”, relata. Aunque nació en Bogotá, actualmente vive en Las Vegas (Estados Unidos), donde lidera una agencia de viajes para mujeres que promueve el turismo responsable, sostenible y en grupos pequeños.

Tour a Ciudad de México con mi agencia de viajes Shero Travel. Foto:Cortesía.
Un año después de ese primer viaje, hizo un voluntariado por tres meses en Nepal. Luego, viajó un mes a la India y dos semanas a Tailandia. Y, 24 años después, llegó a su país número 100. De ese total, ha recorrido 65 países completamente sola.
Algunos de sus destinos favoritos son México, que ha visitado 12 veces; India, que ha explorado dos veces, aunque confiesa tener una relación difícil con este país: le encanta su cultura y comida, pero ha sido allí donde más ha enfrentado situaciones de acoso.
En su top cinco también están Cuba, Tanzania y Colombia. “No lo digo como colombiana, sino como viajera. Colombia es un país espectacular, que ofrece muchísimas cosas al turista. Estoy obsesionada con Colombia: me encanta explorarla, descubrir nuevos sitios turísticos y recorrerla”.
En 2010 viajó a África e hizo una maratón que fue desde Sudáfrica hasta Kenia. Estando en Tanzania, en un pueblo que se llama Moshi, en la base del Kilimanjaro, conoció a una española que le ofreció hacer voluntariado en un orfanato con 47 niños.

Cima del Monte Kilimanjaro, Tanzania. País #43 Foto:Cortesía.
Con el paso del tiempo, Suárez ha aprendido a viajar a su ritmo. Ya no le interesa conocer destinos de afán, sino sumergirse en la cultura y en las experiencias que cada lugar tiene por ofrecer. Confiesa que la mayoría de sus viajes los ha planeado con la ayuda de guías de Lonely Planet, y que suele elegir sus destinos según los que más le llama la atención: desde templos, hasta museos, comida o actividades culturales. También se apoya en herramientas como Airbnb Experiences o TripAdvisor para diseñar sus rutas y actividades.
A partir de su experiencia como viajera, Suárez reconoce que Europa occidental es una región fácil y cómoda para viajar como mujer solitaria, al igual que Corea del Sur y Singapur, países que considera seguros, organizados y culturalmente enriquecedores.
Su emprendimientoSu emprendimiento Shero Travel nació precisamente de lo que ha vivido viajando sola. Según Suárez, viajar sola aún es percibido como un acto de valentía. “Aunque yo me sentía muy cómoda con el hecho de irme sola a cualquier parte del mundo, más del 90 por ciento de las mujeres no se sienten así, porque en el mundo hay mucha violencia contra la mujer, así como problemas de seguridad”, admite.
El objetivo de su agencia es apoyar a esas mujeres que quieren viajar, pero que prefieren hacerlo en grupo. Las experiencias se diseñan para pequeños grupos de 10 a 12 viajeras que comparten juntas espacios para cantar, bailar y descubrir el mundo en un ambiente de confianza.

Lago Moraine, Parque Nacional de Banff, Canadá, (país #76) Foto:Cortesía.
Además, Shero Travel tiene un enfoque de apoyo a otras mujeres en los destinos. “Siempre pido que la guía turística sea mujer. También vamos a restaurantes en donde las dueñas son mujeres o apoyamos a artesanas. El turismo es una industria en donde hay muy poca representación femenina en puestos como guías o manejo de grupos. Las mujeres, en realidad, tienen papeles más secundarios, como arreglar habitaciones”.
Para Suárez, viajar es la mejor forma de aprender. Implica, según dice, salirse de las noticias y de los relatos oficiales para conocer de primera mano qué ha ocurrido y ocurre en los territorios. “Viajar te hace más tolerante, te quita prejuicios y te hace desaprender esas percepciones que se tienen sobre ciertos lugares”.
Uno de sus recuerdos más memorables fue durante un safari en el Serengeti, Tanzania, en 2010. Viajaba con bajo presupuesto y consiguió un recorrido de último minuto por el Serengeti, el cráter de Ngorongoro y el lago Manyara por 500 dólares. Una noche, mientras dormía en su carpa, escuchó rugidos parecidos a los de una pelea de perros. En la mañana, los guías le confirmaron que se trataba de hienas. “Pensé que me iba a morir en ese safari. Nunca más haría un safari acampando en África”, relata.
Hoy, después de recorrer 100 países y transformar su forma de ver el mundo, sigue con la misma sed aventurera. A finales de este año quiere viajar a Omán, y si el tiempo le alcanza, añadir Bahréin y Kuwait. Su destino soñado desde hace 20 años sigue intacto: Uzbekistán. Quiere hacer la Ruta de la Seda, maravillarse con su arquitectura y conocer más de su historia y cultura.

Pagoda en Inwa, Myanmar (país #69). Foto:Cortesía.
ANGIE RODRÍGUEZ - REDACCIÓN VIAJAR - @ANGS0614
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