El tétrico castillo cerca de Praga que está 'a las puertas del infierno' y del que casi era imposible salir

Esta fortaleza es una de las más curiosas de toda Europa, ya que según las leyendas estaba destinada a ser un bastión que impidiese salir a bestias del inframundo.
La ciudad de Praga es uno de los destinos más turísticos del centro de Europa, por lo que no es de extrañar que miles de personas viajen cada año desde España hasta la capital de República Checa para contemplar la Ciudad Vieja o el Puente de Carlos. A pesar de que 'La Ciudad de las Cien Torres' es sin duda un lugar apasionante, a no mucha distancia de la metrópoli también hay lugares apasionantes para explorar.
Aunque cerca de la ciudad hay muchas maravillas, no hay ninguna que se pueda comparar el aura de misterio que el castillo de Houská, ubicado a varios kilómetros al norte de Praga. Esta impresionante fortaleza puede parecer una de las muchas joyas fortificadas que hay en República Checa, en realidad oculta tétricos secretos en su interior, ya que en vez de estar erigida con el objetivo de ser inexpugnable desde el exterior, se levantó para que nadie (o más bien, nada) pudiera salir de ella.
El castillo de Houská, un castillo que retiene al avernoA poca distancia del lago Mácha, este fortín se erigió en la segunda mitad del siglo XIII. Situado a las afueras del pueblo de Blatce, a priori puede parecer que no es un castillo especial, ya que no destaca por ni su imponente belleza, ni por su descomunal tamaño ni por el entorno en el que se enclava. Esta fortaleza de apariencia normal fue restaurada en varias ocasiones y por él pasaron todo tipo de aristócratas, aunque su función era mucho más importante en materia espiritual.
El castillo cuenta con estancias decoradas con pinturas de lo más espectaculares, así como con un patio interior central que sin duda es el punto más atractivo del mismo, ya que desde él se puede observar todos los elementos defensivos de la fortaleza, porque en lugar de estar hacia afuera, apuntan hacia el interior del complejo. Pero, ¿por qué? Pues porque cuenta la leyenda que el fortín está erigido a las puertas del infierno y que es el último bastión que defiende al mundo del averno.
Según cuenta la leyenda, el castillo de Houská se construyó sobre un pozo sin fondo que conducía al inframundo, y por eso mismo el fortín se levantó pensando en que nada pudiera salir de él en vez de que nadie pudiese entrar. El aire que se respira en el recinto gótico es enigmático e incluso un poco macabro, lo que no hace más que acrecentar ese espíritu tenebroso que envuelve a toda la fortaleza.
Fue ocupado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y desde finales del siglo XX es posible visitarlo. Son centenares de curiosos los que se acercan diariamente a este curioso fortín para descubrir todos sus macabros secretos, y es que sin duda se trata de uno de los castillos más especiales del centro de Europa. Por ello, es un destino perfecto para hacer una excursión si se hace una escapada a Praga.
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