Un podólogo advierte de las chanclas que debes llevar para evitar lesiones: "Tus pies lo pagarán"

Llegan las altas temperaturas y con ellas los cambios en nuestro atuendo. Uno de los más comunes se produce en los pies: llega la época donde sandalias y chanclas vuelven a cubrir nuestros talones.

Pero hay que tener cuidado con el uso de este tipo de calzado, avisan los podólogos, afirmaciones que están respaldadas por estudios científicos recientes, además.

Investigadores de la Universidad de Auburn (Estados Unidos) descubrieron que quienes usan chanclas (las de dedo) dan pasos más cortos y no levantan tanto los pies para mantenerlas puestas. Esto aumenta el riesgo de tropezar y generar tensión en los pies y los tobillos.

Los tres tipos de zapatos que nunca se pondría un podólogo

El cirujano podólogo consultor Kaser Nazir dice en una información recogida por el Mirror: "La falta de soporte para el arco del pie y de amortiguación puede provocar problemas en los pies como la fascitis plantar (cuando el tejido de la base del pie se desgarra o inflama), así como dolor en las rodillas, las caderas y la espalda".

"Además, la forma abierta de las chanclas aumenta el riesgo de lesiones en los pies, como golpes en los dedos, cortes y raspaduras", añade este médico en declaraciones al medio inglés.

“Las chanclas están bien para la playa, pero si las usas todo el día, tus pies lo pagarán”, dice la podóloga Bharti Rajput, también al Mirror. Rajput recomienda el uso de chanclas de pala, que tienen un panel grueso que cruza la parte delantera del pie y suelas más gruesas que se adaptan al arco plantar. Además, no causan tanta rozadura entre los dedos y se pueden usar con calcetines, si no se tienen reparos estéticos, claro.