Un estudio alerta sobre el riesgo real de algunos cánceres de próstata considerados 'de bajo grado'

Una nueva investigación liderada por instituciones médicas de Estados Unidos advierte que no todos los cánceres de próstata clasificados como de 'grado bajo' presentan realmente un bajo riesgo para los pacientes.

El estudio, publicado el 31 de julio de 2025 en la revista 'JAMA Oncology', concluye que uno de cada seis hombres con un diagnóstico de cáncer de próstata de grado 1 (GG1) podría tener un riesgo intermedio o alto, pese a los resultados iniciales de la biopsia.

La investigación fue realizada por un equipo de especialistas de Weill Cornell Medicine, los Hospitales Universitarios de Cleveland y la Universidad Case Western. A partir del análisis de datos de más de 300.000 hombres diagnosticados entre 2010 y 2020 con cáncer localizado en la próstata, se detectó que alrededor de 117.000 de ellos presentaban tumores GG1. Este grado suele considerarse como sinónimo de bajo riesgo de progresión, por lo que la mayoría de los pacientes reciben seguimiento mediante vigilancia activa en lugar de tratamientos invasivos.

Sin embargo, al integrar información adicional como los niveles de PSA (antígeno prostático específico), el tamaño tumoral y otros datos clínicos, los investigadores encontraron que más de 18.000 de estos pacientes en realidad presentaban características asociadas a cánceres de riesgo intermedio o alto, para los cuales se recomienda intervención quirúrgica o radioterapia.

El Dr. Bashir Al Hussein, coautor principal del estudio, señaló que “hasta el 30 % de los hombres diagnosticados con GG1, pero que en realidad pertenecen a una categoría de mayor riesgo, fueron tratados con vigilancia activa, lo que implica un tratamiento posiblemente insuficiente”.

El estudio plantea que confiar exclusivamente en la información de la biopsia para clasificar el riesgo puede llevar a decisiones clínicas inadecuadas. Las biopsias solo muestrean una parte de la próstata y pueden pasar por alto áreas con células más agresivas.

La investigación también se inserta en un debate médico más amplio sobre si el cáncer GG1 debería seguir llamándose 'cáncer', dado que muchos de estos tumores no evolucionan ni representan peligro vital. No obstante, el Dr. Jonathan Shoag, coautor del estudio, advierte que “existe un error conceptual al equiparar bajo grado con bajo riesgo”, y afirma que eliminar la etiqueta de cáncer para el GG1 puede llevar a descartar tratamientos necesarios en algunos casos.

El estudio subraya la necesidad de una mejor estratificación de riesgo para cada paciente, considerando no solo la biopsia sino también otros marcadores clínicos. El objetivo es evitar tanto el sobretratamiento como el tratamiento insuficiente, y garantizar una información clara para que los pacientes comprendan su situación.

El Dr. Neal Arvind Patel, primer autor del artículo, remarcó que una parte de los hombres con tumores GG1 puede presentar una biología tumoral más agresiva, lo cual debe ser tenido en cuenta para optimizar los resultados clínicos.

El equipo de investigación concluye que los médicos deben evaluar de forma individualizada los resultados de cada paciente y mejorar la comunicación sobre el verdadero riesgo asociado a este tipo de diagnósticos.