Suecia apaga el cigarro, pero no la nicotina: el modelo de éxito para reducir las muertes por tabaquismo que España ignora
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Los fumadores son una especie en peligro de extinción en Suecia. Al pasear por las calles de Estocolmo es posible ver coches de alta gama, ciclistas conviviendo a la perfección con el tráfico, pero es prácticamente imposible encontrarse con una persona cigarrillo en mano. No se trata de una percepción que pueda tener cualquiera que viaje al país, sino que los escandinavos han alcanzado un hito histórico al convertirse en el primer país del mundo oficialmente libre de humo, una meta que han alcanzado 16 años antes del objetivo de la Unión Europea.
En concreto, los datos sanitarios oficiales publicados por la agencia sueca de salud pública muestran que solo el 4,5% de los adultos nacidos en el país fuman, una cifra significativamente inferior al punto de referencia mundialmente reconocido del 5%. En Europa, la tasa media de tabaquismo (24%) es cinco veces superior a la de Suecia.
En el marco de este hito, que ya es conocido como “el caso sueco”, puede sorprender que el consumo de nicotina es el mismo que la media de europea, según muestra el último informe No Smoke Less Harm. Pero la clave para este logro es una mezcla de intención política y dos productos con un fuerte arraigo en su sociedad.
Hablamos en primer lugar del snus, un artículo de tabaco que tiene más de 200 años de historia en el país y que tiene un gran componente cultural, hasta el punto de contar con un museo para conocer su historia. Se trata de un producto de uso oral que contiene nicotina –ya que esta se encuentra de manera natural en el tabaco–, que se coloca entre la encía y la mejilla y cuya venta no está permitida en otros países de la UE.
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De la misma forma se coloca el segundo producto, que surge más recientemente: las bolsitas de nicotina. A diferencia del snus, no contienen tabaco, pero sí nicotina agregada para poder satisfacer la necesidad de los fumadores adultos, además, su venta sí está permitida por la UE.
Para los expertos, estos productos han sido clave para la eliminación del humo de las calles suecas, algo que trae como consecuencia la reducción del daño del tabaco convencional. Karl Fagerström, psicólogo clínico y experto en tabaquismo, tiene claro que las medidas que tomó el gobierno sueco fueron indispensables para estos fines.
En un encuentro con periodistas en Estocolmo, el autor del famoso test para medir la adicción de los fumadores que lleva su nombre destaca que cuando sus políticos hablaron de las enfermedades asociadas al tabaquismo, defendieron la necesidad de los productos asociados a la reducción del daño, “pero no solo hablaron, también aumentaron el impuesto sobre los cigarrillos en un 10%, bajaron el impuesto del snus un 20% y sobre las bolsitas de nicotina apenas hay impuestos. Por tanto, tenemos un sistema fiscal alineado con la reducción de daño”.
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Con ellos, se produce una reducción del daño, ya que los consumidores de productos de estos productos de nicotina dejan de estar expuestos al humo de tabaco tradicional que se asocia a un mayor riesgo de varias enfermedades, como cánceres (pulmón, boca, esófago, etc.), enfermedades cardiovasculares (infarto, accidente cerebrovascular), patologías respiratorias (EPOC, bronquitis crónica, enfisema)... Fagerström pone cifras a estas enfermedades: “Hemos calculado qué habría pasado si no hubiéramos tenido snus en Suecia. Decimos que si todos los suecos que hoy usan snus hubieran fumado cigarrillos, habríamos tenido 4.000 muertes más al año”.
En la misma línea de que estos productos pueden ser clave para la reducción del daño también se muestra la autoridad estadounidense con el producto sueco más nuevo. La FDA ha autorizado la comercialización de 20 productos de bolsa de nicotina ZYN después de una extensa revisión científica. En este análisis han concluido que la nicotina no es cancerígena y que las dosis de nicotina necesarias para que la gente deje de fumar han de ser, en casos de altos fumadores, de hasta 16 mg. Asimismo, renovaba la autorización de comercialización de ocho productos de snus con la declaración de riesgo reducido. Fue en noviembre de 2024 cuando emitió una renovación de las órdenes de riesgo modificado concedidas a Swedish Match USA, Inc. “La FDA determinó que estos productos de riesgo modificado, tal como los utilizan realmente los consumidores, reducirán significativamente los daños y el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaco para los consumidores individuales de tabaco y beneficiarán a la salud de la población en su conjunto", ha señalado la agencia reguladora en un comunicado.
España contra las bolsitas de nicotinaEl Gobierno de España ha impulsado dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 la prohibición del uso de aromatizantes (permitiendo únicamente sabores de tabaco) y la limitación de la concentración de nicotina, sin llegar a los 0,99 mg de nicotina por unidad. Mientras que en Suecia se venden de entre 3 mg y 16 mg.
Para Fagerström, la cantidad de nicotina que quiere imponer el Ministerio de Sanidad en este producto es “estúpida”. “Porque tiene muy poca nicotina para que un fumador pueda satisfacer su necesidad y dejar de fumar. Sin embargo, es exactamente la dosis que a un adolescente ingenuo le puede atraer. Con el tiempo, probablemente esa dosis no será satisfactoria, así que buscarán algo con una dosis mayor, como un cigarrillo”, considera.
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“Una dosis de 0,99 mg de nicotina no ayudará en nada a un fumador, es demasiado baja. Pero para un niño de 13 años, con un sistema nervioso ingenuo, sin tolerancia, sensible a la nicotina… Y con el tiempo, probablemente pensará: ‘esto no es lo suficientemente fuerte. ¿Tienes algo más fuerte? ¿Un cigarrillo?’”, insiste.
El especialista dice que si tuviese a Mónica García delante le diría que regulase los productos con nicotina como hacen con el alcohol los países nórdicos, dónde los más dañinos tienen mayor gravamen, pero sin una prohibición de facto como esta. “Y que acepte que habrá consumo de nicotina, porque si no habrá mercado negro, con productos posiblemente más dañinos que los regulados”, añade.
No solo este experto en tabaquismo se ha mostrado en contra, sino que el 28 de abril seis países de la UE han emitido un dictamen para señalar objeciones en la norma que quiere impulsar el Ministerio de Sanidad español: Rumanía, Hungría, República Checa, Grecia, Italia y Suecia. Los motivos principales motivos que alegan los países es que establecer un máximo de 0,99 mg es una prohibición de facto y que vulnera los tratados de libre comercio de la UE.
El Confidencial