¿Su cerebro envejeció con el covid-19? Así lo señala un nuevo estudio científico

¿Pueden el estrés, el aislamiento y los trastornos mundiales dejar huella en la mente de las personas? Así lo señala un nuevo estudio, dirigido por expertos de la Universidad de Nottingham, en el que descubrieron que el haber vivido la pandemia de Covid-19 puede haber acelerado la salud cerebral de las personas, aunque nunca se infectaran con el virus.
No solo se trata de quienes se enfermaron sino de quienes vivieron los tensionantes momentos en los que el mundo entero se encerró en cuarentena para evitar la propagación del virus. Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, mostraron que las personas que vivieron la pandemia de Covid-19 mostraban signos de envejecimiento cerebral más rápido con el paso del tiempo que las examinadas totalmente antes de ella. Los cambios eran más notables en los individuos de más edad, en los hombres y en las personas de entornos más desfavorecidos.
Nuestros resultados revelan que, incluso con brechas de edad cerebral inicialmente emparejadas (edad cerebral predicha frente a edad cronológica) y emparejadas para una serie de marcadores de salud, la pandemia acelera significativamente el envejecimiento cerebral”, señalan los investigadores en el estudio.
Los científicos indicaron, además, que el envejecimiento cerebral acelerado es más pronunciado en los hombres y en los de entornos sociodemográficos desfavorecido. Sin embargo, aclaran que el envejecimiento cerebral acelerado se correlaciona con un menor rendimiento cognitivo solo en los participantes que se vieron infectados por covid.
Esto quiere decir que solo quienes se infectaron de este virus mostraron un descenso en ciertas capacidades cognitivas, como la flexibilidad mental y la velocidad de procesamiento. De acuerdo con los expertos, esto puede sugerir que el efecto de envejecimiento cerebral de la pandemia, por sí solo (sin infección) puede no causar síntomas.
"Nuestro estudio pone de relieve el importante impacto de la pandemia en la salud cerebral, más allá de los efectos directos de la infección, y subraya la necesidad de tener en cuenta las desigualdades sociales y sanitarias más amplias", indican los expertos en el estudio.

incluso las personas que no habían tenido Covid mostraban aumentos en los índices de envejecimiento. Foto:iStock
"Lo que más me sorprendió fue que incluso las personas que no habían tenido Covid mostraban aumentos significativos en los índices de envejecimiento cerebral. Realmente demuestra hasta qué punto la propia experiencia de la pandemia, desde el aislamiento hasta la incertidumbre, puede haber afectado a nuestra salud cerebral”, afirmó el Dr. Ali-Reza Mohammadi-Nejad, quien lideró el estudio.
El estudio fue dirigido por un equipo de expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad y contó con el apoyo del Centro de Investigación Biomédica de Nottingham del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR) y del programa Demistifi del Consejo de Investigación Médica (MRC).
El equipo de investigación analizó los escáneres cerebrales longitudinales de casi 1.000 adultos sanos, tomados como parte del estudio UK Biobank. Algunos participantes se sometieron a escáneres antes y después de la pandemia; otros, sólo antes. Utilizando imágenes avanzadas y aprendizaje automático, los investigadores calcularon la ‘edad cerebral’ de cada persona, es decir, la edad que aparentaba tener su cerebro en comparación con su edad real.
“Los datos longitudinales de resonancia magnética adquiridos antes y después de la pandemia en el Biobanco del Reino Unido nos ofrecieron una ventana poco frecuente para observar cómo los grandes acontecimientos de la vida pueden afectar al cerebro”, explicó Stamatios Sotiropoulos, catedrático de Neuroimagen Computacional y coautor principal de esta investigación.
El modelo de edad cerebral se desarrolló a partir de escáneres cerebrales de más de 15.000 individuos sanos, sin comorbilidades, lo que permitió a los investigadores construir un modelo preciso para estimar la edad cerebral.
“Este estudio nos recuerda que la salud cerebral no sólo depende de la enfermedad, sino también de nuestro entorno cotidiano”, afirmó Dorothee Auer, catedrática de Neuroimagen y autora principal del estudio. "La pandemia supuso una carga para la vida de las personas, especialmente para las que ya estaban en situación de desventaja. Aún no podemos probar si los cambios que vimos se revertirán, pero sin duda es posible, y es una idea alentadora".
Pero para averiguar si podemos o no revertir los efectos de la pandemia en nuestro cerebro, los expertos resaltan que es necesario realizar seguimientos más prolongados después de la pandemia para investigar los efectos persistentes del envejecimiento cerebral y sus consecuencias a largo plazo más allá de los impactos cognitivos agudos en el subgrupo infectado.
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