¿Es posible morir por aguantar un estornudo?

Los estornudos comúnmente son relacionados con problemas de salud como resfriados, alergias, gripa, entre otros, y es gracias a esta idea popular que algunas personas consideran que los estornudos son un acto de mala educación o de poca higiene, por lo que mayormente tendemos a reprimirlos o a evitar expulsarlos cuando estamos en público; sin embargo, diferentes estudios han advertido sobre los riesgos que esta práctica podría tener en nuestro cuerpo.

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Los estornudos más allá de ser la señal de la presencia de una enfermedad son un reflejo que gran parte de las veces escapa de nuestro control, ya que es una acción involuntaria que el cuerpo provoca con el objetivo de protegernos de peligros mayores que pueden propiciarse cuando agentes irritantes como el polvo, el polen o gérmenes y bacterias entran a nuestras fosas nasales.

Existen algunas personas que una vez que al estornudar suelen experimentar replicas, lo que los lleva a tener largos episodios de estornudos sucesivos, que pueden ser motivo vergüenza o pena, y aunque tratar de pararlos suena como la mejor idea, realmente diferentes médicos señalan que esto no se debe hacer bajo ninguna circunstancia.

La expulsión de aire que se provoca en las vías respiratorias al estornudar puede superar hasta los 70 kilómetros por hora y esparcir microgotas de saliva a una distancia de hasta ocho metros, por lo que se recomienda tener a la mano un pañuelo para tapar tanto boca como nariz al momento de hacerlo, o bien cubrirse con el brazo.

Sin embargo, contener un estornudo que avanza a tal magnitud puede causar dolor de cabeza, de oído, inflamación, hemorragias o mareos. Esto se debe a que se concentra un nivel elevado de presión que puede hacer que se rompa algún vaso sanguíneo.

En situaciones extremas y poco frecuentes aguantar un estornudo puede dejar heridas graves en el cuerpo e incluso puede legar a ser mortal, ya que casos documentados alrededor de mundo han dejado al descubierto los riegos que van desde sangrado en la nariz hasta problemas relacionados con aneurismas cerebrales, desgarros en el esófago y la faringe y colapsos pulmonares con consecuencias mortales.

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Por lo que, aunque pueda parecer desagradable, estornudar es un mecanismo evolutivo natural y saludable que es mejor dejar fluir siguiendo las debidas medidas de seguridad, higiene y de educación para, además de no propagar virus y bacterias, no incomodar a ninguna de las personas del entorno.

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