Cáncer se detecta tarde debido a los síntomas confusos

Dolor estomacal, acidez, reflujo y distensión abdominal son molestias frecuentes que suelen asociarse con padecimientos menores.
Sin embargo, en algunos casos podrían estar advirtiendo de la presencia de cáncer gástrico, una de las neoplasias más comunes y mortales en el mundo.
El doctor Luis Miguel Celis, especialista en oncología gastrointestinal, explica que este tipo de cáncer ocupa el quinto lugar en frecuencia a nivel mundial. Además, es la sexta causa de muerte por cáncer en el país, con una alta mortalidad: de 9,000 a 10,000 casos nuevos al año, entre 6,000 y 7,000 personas fallecen por este motivo.
El especialista indica que el cáncer gástrico suele originarse en alteraciones en la mucosa del estómago, causadas por factores como infecciones bacterianas (principalmente Helicobacter pylori), úlceras gástricas, acidez persistente, reflujo y una dieta alta en sodio o alimentos procesados. Este tipo de alimentación es común en algunas naciones asiáticas, como en Japón, donde la incidencia de este cáncer es elevada.
Entre los principales factores de riesgo también se encuentran el tabaquismo, el alcoholismo, el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física. En México, tres de cada cuatro personas presentan la bacteria Helicobacter pylori, que inflama el tejido gástrico y con el tiempo puede derivar en cáncer, abunda el especialista.
“El problema con esta enfermedad es que sus síntomas son inespecíficos: dolor abdominal, distensión, reflujo… muchas veces se confunden con malestares pasajeros y (las personas) se automedican con antiácidos o remedios de libre venta, lo que retrasa el diagnóstico”, advierte el especialista. En promedio, transcurre un año o año y medio antes de que el paciente acuda al médico.
El doctor Celis resalta que la edad más frecuente para desarrollar esta enfermedad es entre los 65 y 70 años, aunque en años recientes ha aumentado su presencia en adultos jóvenes, debido a cambios en la dieta, mayor consumo de tabaco e incremento de la obesidad.
Una de las mayores preocupaciones es que en el 80% de los casos el diagnóstico se realiza en etapas avanzadas, cuando el cáncer ya se ha diseminado a órganos como el hígado, los pulmones y los ganglios linfáticos. Esto reduce de manera significativa las probabilidades de supervivencia a cinco años, que actualmente es de apenas el 7%.
Respecto a los tratamientos, el médico detalla que dependerán del estadio de la enfermedad. Si el tumor está localizado, se realiza una cirugía para extirparlo. En casos más avanzados puede requerirse la extirpación parcial del estómago, además de quimioterapia y radioterapia. Cuando ya hay metástasis, el tratamiento puede incluir terapias dirigidas, las cuales han mostrado avances significativos.
El especialista, quien lidera los esfuerzos en esta área en Astellas Farma, concluye con una exhortación: “No hay que ignorar los síntomas ni automedicarse. Ante cualquier molestia persistente es fundamental acudir al médico y realizar una evaluación completa”.
“Cuando ya hay señales como vómito, sangrado o pérdida de peso, el cáncer probablemente esté en una fase avanzada. El diagnóstico oportuno salva vidas”, finalizó.
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