Así se manifiestan los síntomas del cáncer de apéndice: afecta más a jóvenes y es difícil de diagnosticar

El cáncer de apéndice creció hasta un 80% en las últimas tres décadas, según datos de extenso estudio. Pero lo más sorprendente es que este es un tipo de enfermedad que está apareciendo en la población de menos de 50 años sin tener una causa clara a día de hoy. La aparición de células cancerígenas en el apéndice, la pequeña bolsa de tejido que se sitúa en el intestino y de desconocida función, es muy poco común, pero las señales de alerta se han activado ante la nueva incidencia, que también se está produciendo en otros cánceres intestinales como el de colon.

Como ya se ha adelantado la apéndice es un pequeño saco de tejido que se sitúa en el lado derecho inferior del abdomen. A día de hoy no se ha encontrado una función real, aunque se tiene la teoría de su presencia en el intestino puede ayudar al sistema inmunitario y a la absorción de nutrientes. Uno de los mayores problemas que experimentan las personas con esta pequeña bolsa es la conocida apendicitis. Esta se inflama por obstrucción produciendo un dolor intenso. Esto provoca que deba ser extirpada, ya que hay riesgo de rotura con un grave impacto en la salud del paciente.
Ahora, el cáncer de apéndice también se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para los médicos. Este tipo de afección se puede presentar según el Instituto Nacional del Cáncer en dos tipos: el cáncer epitelial y el cáncer neuroendocrino.
- Cáncer epitelial. Se produce en las células de revestimiento del apéndice, el epitelio, encargado de generar una sustancia gelatinosa que protege a los órganos del abdomen. Un exceso de células cancerígenas puede hacer que este tipo de cáncer se disemine y un tipo muy complejo.
- Cáncer neuroendocrino. Se producen en las células enterocromafines (EC), que tienen como función crear sustancia químicas que favorezcan la digestión y la motilidad intestinal. Es el tipo más común.
El cáncer de apéndice puede ser en sus primeros estadios asintomático, pero hay una señales de alerta a las que prestar atención. Estos síntomas con el dolor en la zona, sensación de hinchazón o de que crece el abdomen, náuseas, vómitos, presencia de una masa en el abdomen y la sensación de saciedad nada más comer. A veces también presenta aparición de hernias, dolor pélvico y masas ováricas en las mujeres, según el Hospital MD Anderson Cancer Center Madrid.
Las pruebas de diagnóstico por imagen como resonancias y TAC, las biopsias, la laparoscopia diagnóstica y las pruebas de laboratorio como la analítica de sangre de concentración de proteínas son las pruebas para detectar el cáncer de apéndice.

Hasta ahora se desconoce si el cáncer de apéndice puede ser hereditario, así como sí lo es el cáncer colorrectal hereditario. Y su tratamiento se reduce a dos vías.
Por un lado, se utiliza la cirugía, siendo la extirpación de la apéndice lo más común. No obstante, si las células cancerígenas también han afectado a otras partes, se puede extirpar posible malignidad en partes del intestino, colon y peritoneo.
Por otro lado, la quimioterapia, que es un procedimiento que se usa más habitualmente si el cáncer ha diseminado a otras partes. Según el Instituto Nacional del Cáncer, el equipo médico en ocasiones utilizan la quimioterapia hipertérmica intraperitoneal o HIPEC, que "consiste en usar sustancia químicas calientes para lavar el interior del abdomen durante la cirugía".
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