'Julieta', el dispositivo colombiano que usa IA para detectar riesgo de cáncer de mama, premiado en España

El Premio internacional de Fundación Princesa de Girona busca reconocer la trayectoria de jóvenes de hasta 35 años de los países de Iberoamérica que hayan destacado por su trabajo y sus méritos en el ámbito del emprendimiento y la empresa, y de la investigación científica de manera extraordinaria y ejemplar. Entre los ganadores de este año, anunciados esta semana en un evento presidido por el rey Felipe VI, está el nombre de una colombiana: Valentina Agudelo, fundadora y CEO de la startup tecnológica Salva Health.

Agudelo fue reconocida dentro de la categoría ‘CreaEmpresa’ por su emprendimiento en el que desarrolló a ‘Julieta’, un dispositivo portátil que con la aplicación de herramientas de inteligencia artificial logra identificar y clasificar los tejidos mamarios entre sanos y no sanos.

La Fundación Princesa de Girona exaltó el trabajo de la colombiana por liderar una solución tecnológica innovadora que responde a uno de los desafíos más urgentes en América Latina: el acceso limitado a servicios de salud en comunidades vulnerables. “A través de un dispositivo portátil impulsado por inteligencia artificial, Valentina ha demostrado que, cuando las mujeres no pueden acceder a las pruebas médicas, las pruebas pueden —y deben— llegar a ellas. Su emprendimiento, Salva Health, es una iniciativa que integra propósito social, viabilidad empresarial y un alto potencial de expansión, con capacidad real de transformar vidas en contextos donde el sistema de salud no alcanza”, señalaron desde esta organización española.

En entrevista con EL TIEMPO, Agudelo habló sobre la importancia de este reconocimiento, que la posiciona en el escenario europeo, sobre los retos de emprender en un campo como las soluciones tecnológicas en salud, así como los avances que han conseguido con ‘Julieta’, un dispositivo con el que ya han tamizado a más de 2.800 mujeres en Colombia, dándoles la oportunidad de identificar anomalías de manera oportuna, para acceder a atención médica temprana.

Soy administradora de empresas del CESA, tengo un MBA de INSEAD (Francia), vengo de una familia de emprendedores, de hecho mi papá, mis abuelos, todos son emprendedores. Creo que lo tenía literalmente en la sangre, desde chiquita quise hacer pequeños negocios, siempre me gustó. Pero también siempre tuve ese vínculo con lo social, creo que eso ha sido algo latente en mi vida, querer generar valor, pero lograr de alguna manera que converja con los negocios. Siempre estuve convencida de que el emprendimiento social era posible, que uno podía pensar primero en los problemas, en las soluciones y después volverlos modelos de negocios sostenibles y rentables, y eso fue un poco mi enfoque.

Estando en el CESA, en una feria de emprendimiento, tuvimos la oportunidad, Cristina García y otra amiga, de hacer un proyecto de universidad, que era teórico, y para eso diseñamos una idea de cómo podríamos detectar el cáncer de mamá temprano. Esa idea surge a raíz del cáncer de la mamá de una de nuestras amigas que en ese momento era un caso muy cercano. Estábamos también explorando proyectos de mujeres para mujeres, entendiendo temas de sexualidad, de menopausia, de menstruación, un poco como tabús en el tema de salud femenina, y nos topamos con este tema del cáncer y llegamos al cáncer de mamá. En ese momento lo que entendimos es que el cáncer de mamá ya no es un tema médico realmente. Los médicos saben tratar el cáncer, saben curarlo si les damos el tiempo adecuado para hacerlo. Cuando el problema realmente es de tiempo, es porque es por la falta de acceso a exámenes diagnósticos que estamos llegando cada vez más a detección tardía y eso es lo que hace que baje la tasa de supervivencia. Nosotros diseñamos una herramienta conceptual para poder detectar cáncer de mamá temprano.

Después de la feria yo quedé obsesionada con el tema y empecé a desarrollarlo con un equipo de expertos. Creamos alianzas estratégicas con Sura, por ejemplo, para hacer investigación; nos aliamos con un grupo de ingeniería (que actualmente es nuestro equipo interno) para desarrollar el dispositivo. Hoy en día lo que creamos es un dispositivo que se llama ‘Julieta’, que identifica anomalías mamarias para priorizar a esas mujeres que pueden tener riesgo de cáncer y hacerles un diagnóstico y tratamiento oportuno. Esto es lo disruptivo de ‘Julieta’, que nosotros realmente no hacemos diagnóstico de cáncer, sino tamizaje temprano para identificar anomalías mamarias. En este proceso, que duró seis años de desarrollo e investigación, fuimos identificando cosas que ya habíamos aprendido. Aprendimos a hacer dispositivos médicos, aprendimos de la conductividad eléctrica y en algún punto decidimos ponerle una sombrilla adicional a ‘Julieta’, que se llama Salva Health, que es nuestra empresa que busca salvar vidas a través de la detección temprana de enfermedades y tiene el potencial de crear otros dispositivos.

La mujer puede acercarse a su centro de salud o a la farmacia más cercana a su casa. Allí puede pagar el tamizaje de su bolsillo o, si contamos con algún patrocinador, acceder a él de forma gratuita. En cualquier caso, la idea es que sea económico para la paciente. Ahí le colocan el dispositivo, que básicamente tiene 12 cables, seis para cada seno, con unos electrodos. Está conectado a nuestro dispositivo principal y a través de Bluetooth a una aplicación. Y por la aplicación es que empezamos a enviar los comandos. Una vez el dispositivo está puesto en los senos, hacemos una verificación de que hay una buena acción, después hacemos la medición y la interpretación. Todo en un lapso de menos de cinco minutos y el resultado lo entregamos en tiempo real. Mientras la mujer se termina de arreglar, le decimos si hay irregularidades o rasgos relevantes y si debe o no ser priorizada para un examen secundario complementario.

Hemos tamizado a más de 2.800 mujeres por todo el país. Hemos estado en más de 15 centros de salud. Hemos empezado a hacer alianzas estratégicas con otras entidades, como la Liga Contra el Cáncer, por ejemplo, con algunas cajas de compensación, para empezar a desplegar el dispositivo más allá de la investigación.

Lo que hace especial a Julieta es que desde su concepción estuvo enfocado en la población desatendida, en condiciones de ruralidad extrema. Queríamos que realmente pudiera llegar a cualquier lugar. Lo que diseñamos es un dispositivo que es portátil, que no es invasivo, es libre de radiación, que es sin dolor, que nos permite ofrecer un tamizaje además con inteligencia artificial para no requerir personal especializado, que dura menos de cinco minutos, que tiene un montón de características para poder realizar un tamizaje en cualquier lugar.

Lo obtuvimos al final del año pasado. De hecho, fue uno de nuestros hitos más importantes y que casi culmina esa fase de investigación y nos permite empezar esta etapa de distribución.

Si uno analiza la evolución de las industrias y de los desarrollos tecnológicos, la industria de la salud es una de las menos desarrolladas. Esto se debe, primero, a que está altamente monopolizada; segundo, a que es muy costosa si no se cuenta con los aliados adecuados; y tercero, a que sus periodos de desarrollo son muy largos. Para un emprendimiento, es muy difícil resistir los cinco años de investigación que nosotros logramos. Alcanzar el nivel de robustez en la investigación que tuvimos requiere precisamente de esos aliados estratégicos. Además, es un sector extremadamente regulado, lo que le agrega un grado de complejidad mayor frente a otras industrias. También exige un nivel muy alto de calidad y de acreditación, porque estamos hablando de salvar vidas, y eso implica una enorme responsabilidad en el desarrollo y en la calidad del producto.

Esta semana se proclamó el anuncio de los ganadores, y el premio como tal lo recibiremos el 23 de julio en Barcelona. La proclamación fue presidida por el rey de España, y fue un momento bellísimo, porque están reconociendo nuestro trabajo y el valor que tiene ‘Julieta’ para transformar vidas y democratizar el acceso a la salud. Para nosotros, este será un hito muy importante cuando miremos hacia atrás en unos meses o años. Sabemos que este momento es pivotal: nos da reconocimiento, credibilidad y nos abre muchas puertas en Europa, que siempre representa una barrera difícil de cruzar para quienes venimos de Latinoamérica

En ‘Julieta’, sin duda, esa línea transversal de investigación y de mejora del dispositivo siempre va a estar. Siempre vamos a querer que sea más preciso, que dé mejores resultados, pero para ‘Julieta’ ahorita se viene una expansión, no solo en Colombia sino en otros países de la región. Apalancándonos ya en el Invima podemos tener agilidad en la aprobación regulatoria a través de la región, entonces vamos a estar muy enfocados en eso. Desde Salva también queremos explorar otros productos para el cáncer de próstata, osteoporosis, hígado graso, otras enfermedades que son de alta incidencia y que realmente son muy sensibles si se detectan temprano. Nuestra propuesta de valor es esa, ayudar desde temprano a detectar enfermedades que son muy frecuentes en la población y que se puede salvar vidas si se detectan a tiempo.