Wallapop sale a la venta y la coreana Naver plantea una oferta cercana a 600 millones

La popular start-up tecnológica española Wallapop, uno de los principales candidatos a alcanzar la posición de unicornio (start-ups que superan una valoración en el mercado de 1.000 millones de euros), está a punto de ser vendida a un comprador con vínculos directos con los actuales socios. Así, según ha podido saber este periódico, el gigante surcoreano de internet Naver, que cuenta con cerca del 22% del capital, está en negociaciones para adquirir el 100% de la empresa, conocida por desarrollar una plataforma especializada en la compraventa de productos de segunda mano y muy popular entre particulares.
El enterprise value (valor de empresa) establecido en esta primera oferta por Wallapop se aproxima a los 600 millones de euros, con un equity value (valor de las acciones) de 568 millones.
Fuentes del mercado señalan que la operación ha generado controversia tanto por su baja valoración como por el perfil del comprador, un insider extranjero, es decir una sociedad ya con presencia en el capital y de matriz foránea. En el caso de la valoración de la oferta, sería 206 millones de euros inferior a la última referencia fijada en febrero de 2024, cuando entraron inversores institucionales, como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), en una ronda de financiación. En aquel momento, se fijó que Wallapop valía 806 millones.
Wallapop anunció entonces una ampliación de la financiación en 20 millones de euros de la mano de AXIS, a través de Fond-ICO Next Tech, que se sumaba al fondo Korelya Capital, que tiene el respaldo de Naver, y a otros inversores que participaron tanto en la anterior ronda, completada en febrero de 2021, como en la extensión de capital posterior, a principios de 2023. La transacción de 2021, de 157 millones con una valoración de la compañía de 690 millones, ya estuvo liderada por Korelya Capital y contó con la participación de Accel, Insight Venture Partners, 14W, GP Bullhound y Northzone, entre otros.
Fuentes del sector creen que no hay razones económicas para que Wallapop valga ahora menos que hace un año, cuando se cerró aquella operación de financiación. Además, apuntan a que la oferta ha sido rechazada por el fondo 14W y otros socios minoritarios. Actualmente, la participación de este fondo en la firma ronda el 20%, mientras que Insight Venture Partners y Accel contarían con cerca de un 15% cada uno.
En el escenario actual, estos fondos estarían por vender. En los últimos años, tras la corrección sufrida por el sector de internet después del bum vivido tras la pandemia de la covid-19, ha habido muy pocos eventos de liquidez y distintos inversores de estos fondos estarían presionando para lograr efectivo de sus operaciones, aunque no sea a los mejores precios.
Además, algunos inversores creen que hay un potencial conflicto de interés, puesto que Naver está directamente vinculado con Korelya Capital/C-Fund, uno de los principales socios de la start-up, lo que plantea dudas sobre la transacción. En este sentido, la comunidad de start-ups y venture capital en España podría interpretar esta venta como una desvalorización injustificada de una empresa con potencial de unicornio, con el potencial de afectar a la confianza en el mercado.
De igual forma, habría un paralelismo con el caso de la venta de Glovo a Delivery Hero, donde un insider extranjero adquirió una start-up española por debajo de su valor estimado. En aquel momento, Delivery Hero aprovechó su posición de accionista mayoritario y el contexto financiero complicado de Glovo, envuelta en litigios regulatorios y polémicas por los costes laborales, para hacerse con el control total a un precio muy bajo. De hecho, emitieron 7,9 millones de nuevas acciones para completar la transacción, con un valor inferior al establecido en rondas de financiación previas. De plantearse este escenario, se estaría alimentando la narrativa de que España no logra retener ni capitalizar de forma adecuada sus éxitos tecnológicos.
En este sentido, las miradas se extienden al ICO, entidad adscrita al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que también tendrá que votar sobre la operación. Fuentes del sector señalan que la función principal del ICO, que en el pasado también ha concedido distintos préstamos a Wallapop, pasa por financiar y apoyar a empresas españolas, incluidas las start-ups tecnológicas, para fomentar el desarrollo económico, la innovación, la internacionalización y la creación de empleo.
Salida a BolsaEn este caso, Wallapop ha seguido atrayendo las miradas de inversores y entidades financieras. De hecho, bancos locales y bancos de inversión como Goldman Sachs y Morgan Stanley ya han contemplado la posibilidad de que la start-up salga a cotización en un plazo de tiempo entre 18 y 24 meses. Y lo normal sería que saliese a Bolsa en España, entrando en el mercado una compañía con un perfil tecnológico, de las que hay pocas en el parqué nacional. De paso, se daría entrada a inversores locales, además de facilitar la compra de acciones a los usuarios nacionales.
Entre los inversores minoritarios de Wallapop se piensa que la compañía tiene gran potencial de crecimiento, tanto por su implantación actual (su app está presente en el 87% de los móviles españoles) como a través de posibles adquisiciones para crecer en otras actividades. Wallapop ha puesto en marcha su expansión internacional, que la ha llevado a países como Italia y Portugal, con sus servicios tecnológicos de compra y venta de productos de todas las categorías de bienes de consumo.
La empresa ha sido capaz de rozar el status de unicornio, con una valoración de 840 millones de euros en la ronda realizada en 2021. Aunque no ha superado oficialmente ese umbral, sigue siendo una de las start-ups españolas más valiosas. En 2025, con su negocio en España, podría alcanzar unos ingresos anuales próximos a 140 millones, con un ebitda (resultado bruto de explotación) de 25 millones. La firma, con todo, mantiene una fuerte posición de liquidez gracias a las distintas rondas de financiación llevadas a cabo, la última, en 2024.
EL PAÍS