La desconfianza persiste: el Riesgo país argentino sube por tercera jornada consecutiva y llega a los 741 puntos

En una jornada sin actividad en los bancos y la Bolsa porteña por el feriado local, el Riesgo País de la Argentina volvió a aumentar y se ubicó en 741 puntos básicos, marcando su tercera suba consecutiva. El índice elaborado por JP Morgan, que mide la diferencia entre los bonos de Estados Unidos y los de economías emergentes, refleja el escepticismo que aún persiste en los mercados respecto al rumbo financiero del país.
El indicador había caído con fuerza tras la salida del cepo el pasado 14 de abril, cuando llegó a tocar los 896 puntos, pero desde entonces había mostrado una baja progresiva que lo llevó a rozar los 700 puntos el 25 de abril. Sin embargo, desde el lunes 29 de abril, el riesgo país retomó su tendencia alcista, acompañando una mayor volatilidad en los bonos soberanos, que no logran sostener una recuperación firme en las últimas ruedas.
En Wall Street, los bonos argentinos operan con estabilidad en dólares, aunque no logran aprovechar el buen clima internacional.
Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York (ADRs) mostraron una jornada mixta. Mientras los bancos como BBVA, Macro y Galicia cayeron hasta 2%, empresas del sector industrial como Ternium y Tenaris subieron un 3%. En promedio, los ADRs cedieron un 0,5%, con especial debilidad en los papeles financieros, lo que refuerza la cautela de los inversores.
En contraste, los índices de Wall Street mostraron mejoras impulsadas por datos positivos del mercado laboral estadounidense: el Dow Jones subió 1,2%, el Nasdaq 1,5% y el S&P 1,3%. La creación de 177.000 puestos de trabajo en abril, por encima de lo previsto, fortaleció el optimismo entre los inversores. A pesar de ello, los activos argentinos se mantuvieron al margen del impulso global.
Aunque se han logrado ciertos avances en el frente macroeconómico —como el acuerdo con el FMI y la desaceleración de la inflación— los mercados aún no convalidan con entusiasmo el nuevo esquema económico del Gobierno.
El repunte del riesgo país deja en evidencia la fragilidad del proceso de estabilización financiera, aún con un discurso oficial centrado en el equilibrio fiscal. Para que los activos argentinos logren revertir la desconfianza, el mercado parece esperar señales más claras de crecimiento, estabilidad institucional y una hoja de ruta más consistente para resolver el problema de la deuda.
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