El gran agujero en la seguridad social saca los colores al país emblema del comunismo: un 20% de los trabajadores no cotiza al sistema público de pensiones

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El gran agujero en la seguridad social saca los colores al país emblema del comunismo: un 20% de los trabajadores no cotiza al sistema público de pensiones

El gran agujero en la seguridad social saca los colores al país emblema del comunismo: un 20% de los trabajadores no cotiza al sistema público de pensiones

La seguridad social tiene un serio problema en una potencia mundial caracterizada precisamente por una importante presencia del Estado en casi cualquier aspecto de la economía. Aunque con muchas reformas de mercado en el último medio siglo, desde 1949 la República Popular de China es una economía comunista en tanto que solo ha gobernado el país el Partido Comunista de China. Dentro de este orden económico -el de la planificación central- y la relevancia que otorga este dogma a lo público, puede llegar a sorprender el tamaño de la economía informal en el país y una de sus consecuencias más directas: el agujero en las cotizaciones a la seguridad social. Tan preocupante ha llegado a ser la brecha que Pekín ha empezado a tomar medidas.

A partir del 1 de septiembre, las empresas de China y sus empleados ya no podrán eludir el pago de las cotizaciones a la seguridad social. Sobre el papel, las cotizaciones a la seguridad social son obligatorias desde finales de la década de 1990. Sin embargo, su aplicación era anteriormente débil y los tribunales inferiores solían permitir que las empresas y los empleados acordaran mutuamente no realizar las cotizaciones. A partir de ahora, estas exenciones se considerarán inválidas.

El Tribunal Popular Supremo de China ha emitido recientemente una interpretación judicial histórica en la que se establece que cualquier acuerdo entre empleadores y empleados para renunciar a las cotizaciones a la seguridad social será legalmente inválido a partir del citado 1 de septiembre de 2025. Además, los empleados podrán solicitar una indemnización al rescindir su contrato si el empleador no ha cumplido con el pago de las cotizaciones a la seguridad social.

Esta medida afectará a un gran número de trabajadores y empresas. Los analistas de Capital Economics estiman que alrededor de 480 millones de trabajadores están obligados a cotizar a la seguridad social. Sin embargo, en la práctica, alrededor del 20% de ellos no cotiza al sistema público de pensiones, y el porcentaje es aún mayor en el caso de otras categorías dentro de la seguridad social (cotizaciones por desempleo, enfermedad o maternidad).

El tribunal presentó su decisión como una protección de los derechos de los trabajadores y no reconoció explícitamente los riesgos. El fallo "protege eficazmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la seguridad social, dispersa los riesgos laborales para los empleadores y aborda activamente el problema del envejecimiento de la población", afirmó.

Más de 20 millones de trabajadores se jubilarán cada año durante la próxima década, y una tasa de natalidad históricamente baja significa que menos personas están entrando a la fuerza laboral para realizar contribuciones para sostener los beneficios de los jubilados. Un estudio de 2019 de la Academia China de Ciencias Sociales proyecta que el principal fondo de pensiones estatal, que opera con un modelo de reparto, se quedará sin dinero en 2035. Es cierto que Pekín puede realizar pagos de pensiones utilizando fondos estatales, pero la situación preocupa a las autoridades.

En China, la seguridad social comprende pensiones, asistencia médica, desempleo, accidentes laborales y fertilidad. Las cotizaciones más elevadas son las destinadas a pensiones y asistencia médica, en las que los empleadores suelen aportar el 16% y el 8%, respectivamente, del salario de referencia del trabajador. Las cantidades exactas varían en función de la normativa de cada gobierno local, precisan los economistas Michelle Lam y Wei Yao en un informe de Société Générale (SG).

Sin embargo, explican ambos analistas, estos pagos no se aplican de forma estricta, especialmente entre las pymes: "No es raro que los empleadores y los empleados acuerden renunciar a las cotizaciones a la seguridad social del empleador debido a la elevada carga que supone para los empleadores o porque los empleados prefieren recibir un salario más alto" De hecho, agregan desde SG, las tasas de cotización social de las empresas chinas son relativamente altas en comparación con los países de la OCDE. Para comprobarlo, solo 379 millones de personas participaban en el plan de pensiones para empleados (excluidos los jubilados), frente a un total de 734 millones de empleados (aproximadamente el 50%), amplía el informe del banco francés.

Las cotizaciones reales de las empresas tienden a ser inferiores a las tasas exigidas. Según el Libro Blanco sobre la Seguridad Social de las Empresas Chinas 2024, menos del 30% de las empresas de la muestra cumplieron plenamente las normas de cotización social el año pasado, basándose en los salarios recientes y no, por ejemplo, en el salario mínimo.

Uno de los principales retos para aumentar la participación en las cotizaciones proviene del aumento del empleo flexible, que ha superado ya los 200 millones (el 30% del empleo total), incluyendo repartidores, taxistas y pequeñas empresas gestionadas por particulares. Existe un tipo de plan de pensiones destinado a la mano de obra flexible, en el que las cotizaciones también son más flexibles. Sin embargo, muchos trabajadores no están interesados en participar, ya que tendrían que destinar parte de sus ingresos a realizar dichas cotizaciones (a una tasa del 20%).

Si Pekín se emplea a fondo con esta nueva disposición, los efectos en la economía serán claros. "Esto allanará el camino para un aumento de los pagos a medio plazo, pero amenaza con provocar una crisis de demanda a corto plazo", vaticina Julian Evans-Pritchard, economista jefe para China de Capital Economics. Utilizando los ratios disponibles junto con los datos sobre las cotizaciones de cada régimen en 2024, en la casa de análisis británica estiman que una tasa de cumplimiento del 100% supondría un coste adicional para los trabajadores y las empresas del 2,9% del PIB anual.

En la práctica, precisa Evans-Pritchard, es probable que el efecto sea menor por dos razones. En primer lugar, desgrana, los trabajadores que actualmente no cotizan a los planes trabajan en su mayoría para pequeñas empresas privadas y es probable que ganen menos que los participantes actuales. En el caso extremo de que todos ganaran menos del 60% del salario medio local y, por lo tanto, pagaran las cotizaciones mínimas, los costes adicionales se reducirían a solo el 0,7% del PIB.

En segundo lugar, es poco probable que el cumplimiento alcance el 100%. Aunque las empresas se enfrentan ahora a sanciones si se descubre que no pagan la seguridad social, no está claro cuán estricta será la aplicación de la ley. "Algunas empresas pueden estar dispuestas a correr el riesgo con la esperanza de pasar desapercibidas o de que los funcionarios locales hagan la vista gorda. Otras empresas pueden optar por pagar la seguridad social, pero declarar salarios inferiores a los reales para limitar sus costes", analiza el experto de Capital Economics.

Teniendo en cuenta todo esto, la mejor estimación de Capital Economics es que la sentencia judicial aumentará las cotizaciones en torno a un 1-1,5% del PIB. Según su análisis, esto reforzará las finanzas a corto plazo del sistema de seguridad social de China, ya que el gasto solo se incrementará en un 0,1% del PIB este año. También debería dar a las autoridades un poco más de margen para ampliar aún más las prestaciones a medio plazo.

Roto en el mercado laboral

"Aunque un mayor número de participantes significa un aumento de las obligaciones futuras, además de un aumento de las contribuciones, el efecto neto debería seguir siendo positivo, sobre todo porque algunos nuevos participantes tendrán dificultades para cumplir el requisito de 15 años de antigüedad necesario para recibir las prestaciones de jubilación acumuladas. Pero, aunque la sentencia es positiva desde el punto de vista institucional, supone un endurecimiento fiscal que perjudicará la actividad económica a corto plazo. Incluso antes del cambio legal, parecía que el impulso favorable de la anterior flexibilización fiscal iba a desaparecer durante la segunda mitad del año. Ahora parece probable que se invierta la tendencia", desarrolla Evans-Pritchard. Lo más preocupante, concluye el analista de Capital, es el impacto que todo esto podría tener en el mercado laboral: "Hay indicios de que algunas empresas se están preparando para el aumento de los costes despidiendo a trabajadores".

Coinciden los analistas de SG en este extremo. "Si se aplican estrictamente las leyes de seguridad social, sin duda aumentarán los costes para los empleadores que han evitado hacer contribuciones en el pasado, lo que probablemente dará lugar a despidos o recortes salariales para minimizar el impacto en sus ingresos. El impacto probablemente se concentrará en las pymes", escriben Lam y Yao.

En el servicio de estudios del banco galo también echan cuentas. En línea con la de Capital, su estimación es que la medida podría aumentar los costes para los empleadores y los trabajadores en aproximadamente un 1% del PIB, suponiendo que el 10% del empleo en China no cotizaba anteriormente al régimen de seguridad social y tendrá que empezar a hacerlo a partir de ahora, al menos tomando como referencia algún salario mínimo de referencia.

"Si el impacto resulta ser significativo, creemos que el Gobierno retrasará la fecha de aplicación o pondrá en marcha medidas de flexibilización para amortiguar el impacto en las pymes, como ofrecer descuentos si se mantiene el empleo, algo que se hizo durante la pandemia. La cuestión es que el Gobierno debería reforzar la coordinación de las políticas macroeconómicas entre los diferentes departamentos para apoyar la economía en un momento en el que la presión deflacionista ya es significativa. Otra sacudida al mercado laboral es lo último que los responsables políticos querrían ver, por lo que esto debería dar lugar a un reajuste de las políticas", cierran Lam y Yao.

Estas preocupaciones eran palpables en las redes sociales. En un video con más de 30.000 visualizaciones en la red social local Weibo, una suerte de X (antes Twitter) chino, el dueño de un restaurante anunció que planeaba cerrar cuando entraran en vigor las nuevas normas porque no podía afrontar los pagos. Una publicación popular de Weibo del usuario Awuxiaoxie decía: "Esta medida simplemente obligará a los empleadores a deducir dinero de los salarios de los empleados para realizar los pagos obligatorios".

Muchos trabajadores han expresado su deseo de recibir salarios más altos en lugar de una pensión incierta en el futuro. "El dinero que pago ahora se lo llevan los mayores, pero si nadie tiene hijos, ¿quién va a pagar el seguro social para mantenerme?", pregunta otros usuario en Weibo. "Ahora, si se cortan las contribuciones, se detienen las pensiones. Y si la empresa quiebra y no puedo encontrar trabajo durante un tiempo... es un pozo tras otro en el que me veo obligado a saltar", escribe otro usuario.

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eleconomista

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