¿Quién dijo paseo? Marc Márquez va a tener que pelear el Mundial más de lo que él mismo pensaba
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"El mejor piloto con la mejor moto". La frase pertenece a Alberto Puig, exjefe de Marc Márquez. Siete palabras que muchos en el paddock firmarían con los ojos cerrados. Y sí, Márquez está ganando más carreras que nadie y es el actual líder del Mundial. Pero no está siendo fácil. A principio de temporada, parecía que solo Pecco Bagnaia, el compañero en el equipo oficial Ducati, iba a ser el único que iba a inquietarle. Y resulta que además de Bagnaia hay mucha más rivalidad de la esperada.
Precisamente Alberto Puig sabe mejor que nadie que no hay que dar nada por sentado y, por eso, es prudente decir que este podría ser un Mundial muy difícil para Márquez. Puig, hace justo treinta años, tuvo una caída terrorífica en este mismo circuito de Le Mans y con ella se fueron sus esperanzas de ser el primer campeón del mundo español de MotoGP (antes 500cc). El barcelonés venía de ganar en Jerez al todopoderoso Mick Doohan, pero después de aquel accidente nunca volvió a ser el mismo.
Aunque en Le Mans las caídas fueron muy numerosas, afortunadamente ninguna tuvo consecuencias graves. Pero sí quedó clara lo fina que es la línea entre la gloria y el infierno. La lluvia intermitente creaba ese caldo de cultivo traicionero de toda la vida. En cuestión de segundos, puedes verte superior a Marc Márquez y acto seguido rodar por los suelos. Eso fue justo lo que le pasó tanto a Álex Márquez como a Fabio Quartararo, confundidos quizá al encontrarse con un Marc más lento de lo esperado.
Pero por un día las tornas cambiaron. Marc se puso el traje de prudente y Fabio y Álex los de audaz. Y esto es una buena noticia para los seguidores de Marc. La caída de Jerez debió de escocer mucho y ver cómo su hermano se ponía líder del Mundial a pesar de tener muchas menos victorias que él, le invitó seguro a una reflexión muy seria. La máxima de Ron Dennis de "para acabar primero, primero hay que acabar", ha debido grabársela a fuego el de Cervera. Nada como ver que tienes al enemigo en casa para despertar.
A crucial P2 for @marcmarquez93 on his 115th podium! 💪#FrenchGP 🇫🇷 pic.twitter.com/YmwtWjFk04
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) May 11, 2025
También Pecco Bagnaia sucumbió a la ansiedad y tuvo una inusual caída el sábado en la carrera al esprint y se fue también por el suelo en la primera vuelta. Fue un poco el mundo al revés, pero que Marc Márquez hiciera una carrera a prueba de errores es el síntoma de que el de Ducati sabe que el Mundial va a ser mucho más peleado de lo que muchos pensaban. El segundo puesto logrado en Le Mans le devuelve el liderato, pero sobre todo el foco de que este título se ganará al estilo cholista de carrera a carrera.
Ya sabíamos que Álex Márquez iba a ser un rival de cuidado para su hermano esta temporada, pero el Gran Premio de Francia también nos ha confirmado que Fabio Quartararo también se suma a la fiesta. El francés y su Yamaha ya avisaron en Jerez con la pole position y, en Le Mans, confirmaron su fortaleza repitiendo el logro. Son un binomio muy fuerte, donde la moto y el piloto van a ir claramente a más. Los progresos de la marca japonesa son evidentes y el francés, a medida que sube su confianza, refuerza más y más su armadura de extraterrestre.
Just a crazy race but… 🤪Final P2 and Championship leading 💪🔴
Bravo! 🇫🇷#ForzaDucati #DucatiLenovoTeam pic.twitter.com/CYckwyhPYH
— Ducati Corse (@ducaticorse) May 11, 2025
El que no estaba previsto que se sumara a la fiesta de poner las cosas difíciles a Marc Márquez era Fermín Aldeguer. A la vista está con los resultados de Álex Márquez que las Ducati semioficiales de Gresini van muy bien, pero la exhibición del murciano en Le Mans son palabras mayores. El sábado en la esprint, Fermín impresionó a todos, pero lo del domingo bajo el agua fue algo realmente excepcional. Y, ojo, que el tercer puesto final podría haber sido algo más de no mediar un fallo estratégico del equipo.
Salvo el ganador de la carrera, Johann Zarco, que partió desde la parrilla de salida con ruedas de mojado, todos los demás pilotos tuvieron que parar en boxes para cambiar de moto. Los hermanos Márquez, mediada la carrera, entraron al unísono y Fermín tuvo que hacerlo una vuelta más tarde. La pérdida de tiempo fue gigantesca, pero la forma en la que el piloto de La Ñora encaró la situación fue admirable. Hablamos de un debutante de apenas 20 años de edad y cinco Grandes Premios de experiencia.
La sensación AldeguerLo normal es que, cuando pasas de verte líder de la prueba a la séptima plaza, la ansiedad te pueda. La tentación de recuperar lo perdido lo antes posible es muy grande. Pero el temple que le faltó en esta ocasión a Álex Márquez y que provocó que se fuera por el suelo, lo recogió su compañero de equipo y, sin prisa pero sin pausa, se puso a remontar posiciones. Al límite, pero sin cometer un solo exceso, con adelantamientos limpios y bien trabajados. Absolutamente sensacional.
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El podio de Le Mans fue el premio al método de conducir a prueba de errores, porque tanto Zarco, Márquez y el propio Aldeguer dieron una lección de madurez en una carrera llena de trampas. La cuestión es que los dos primeros son los más veteranos de la parrilla, pero Fermín es el más joven. Más joven aún que su paisano Pedro Acosta, que ya de por sí siempre ha sido un prodigio de precocidad. No le debió hacer ninguna gracia al tiburón de Mazarrón perder el tercer lugar del podio a manos de su paisano.
Estamos ante un plot-twist inesperado. Todo el mundo daba a Pedro Acosta el sello de ser el elegido por los dioses para ocupar la horma del zapato de Marc Márquez. Y resulta que, de repente, aparece un chaval de unos kilómetros más arriba de su pueblo que dice que no, que el elegido es él. No es exageración. Para echarle un pulso a Marc Márquez bajo la lluvia, adelantarle y escaparte, además de desparpajo, necesitas una buena cabeza y un talento sobrenatural. Y recuerden, en su quinto Gran Premio.
Y no es que Pedro Acosta no sea tan bueno como apuntaba. Al contrario, es buenísimo, pero resulta que Quartararo también lo es, Álex y Fermín con las Ducati de Gresini demuestran ser una amenaza seria, como también lo será Pecco Bagnaia cuando vuelva y Jorge Martín se recupere de su lesión. Marc Márquez seguramente seguirá siendo ese mejor piloto a bordo de la mejor moto que dice Alberto Puig, pero desde luego para ganar este año el Mundial va a tener que emplearse a fondo. Nada que ver con ese paseo triunfal que se daba por descontado.
El Confidencial