Hansi Flick culpa a De la Fuente de la lesión de Lamine, que no jugará ante el Valencia: "Se fue con dolores y le dieron analgésicos. Hay que cuidar a los jóvenes"

En un escenario inédito, el Johan Cruyff, y con un once sin Lamine Yamal, Frenkie De Jong y Balde. Ése será el Barça que se encontrará el Valencia en un duelo de los más clásicos de la Liga que, la pasada temporada, se convirtió en un agujero negro que engulló a Carlos Corberán. No se ha afilado el equipo de Hansi Flick, que sufrió ante el Levante y en Vallecas, y eso quiere aprovecharlo el valenciano para sacarse la espina que lleva clavada.
Sin embargo, el entrenador alemán tenía sus cañones enfocados hacia Luis de la Fuente. Lamine Yamal se queda fuera del partido, y es duda para el estreno en Champions ante el Newcastle, por molestias en el pubis que han enfadado a Hansi Flick.
"Se fue con dolores a la selección y le dieron analgésicos para jugar. Jugó más de 70 minutos en cada partido, incluso con tres goles de ventaja. Esto no es cuidar a los jugadores. España tiene el mejor equipo del mundo y a buenos jugadores en todas las posiciones. Hay que cuidar a los jóvenes. Estoy muy triste por esto", se despachó el alemán, que no ha hablado con el seleccionador, "porque casi no hablo español y él casi no habla inglés".
En el entorno de la selección, las palabras del técnico del Barça no se entienden. Aseguran que ni Lamine ni el Barça comunicaron que existían molestias, y muestra de ello es que el jugador sale molesto cuando De la Fuente lo cambió en el partido ante Turquía, porque buscaba marcar. El conjunto azulgrana insiste en que el futbolista tuvo "dolor agudo en la zona lumbar sacroilíaca" y, según avanzó la Cadena Ser, los médicos de la RFEF le pincharon antes del encuentro ante los turcos, que pudo jugar sin molestias que luego afloraron. La polémica no ha hecho más que comenzar.
Es el Valencia quien quiere sacar provecho de este girigay. La noche del 21 de febrero no se le ha olvidado en su vestuario ni a Carlos Corberán. Apenas llevaba un mes en el vestuario de Paterna cuando, con el Valencia hundido en la parte baja de la tabla, viajó a Montjuïc con una idea clara de cómo hacerle daño a Flick. Se atrevió a, con una plantilla agarrotada por el miedo, jugarle de tú a tú. Fue pegarse un tiro en el pie. Salió con un aplastante 7-1 que le hizo pasar la madrugada en el despacho de la Ciudad Deportiva. Tan poco claro lo vio que, ante un Barça ya embalado en Liga y Champions, alineó un equipo de suplentes cuando se volvieron a cruzar en los cuartos de final de la Copa. 0-5 en Mestalla.
Corberán ha aprendido de aquello. Sólo el Barça fue capaz de humillar a su equipo en el tramo final de la pasada temporada y ahora tiene herramientas para hacerle daño. Por primera vez en tres años, con la deuda refinanciada y el estadio en marcha, Peter Lim ha permitido al Valencia ir al mercado sin arrastrar los pies para entregarle al entrenador herramientas. Desde el portero Aguirrezabala a Ramazani o, la verdadera amenaza: Arnaut Danjuma. El neerlandés encarna al jugador diferencial que hace muchas temporadas que el Valencia no tenía en su plantilla. En su velocidad cree Corberán que está la manera de dañar a los azulgranas. Eso, y pertrecharse con tres centrales para explotar también el regreso de Gayà tras sanción. El capitán es el único jugador que sabe lo que es ganar al Barça en su estadio, sea el que sea, algo que no ocurre desde abril de 2016 (1-2).
El vestuario del Valencia, a pesar de pensar en Raphinha, Rashford o Pedri, han visto cómo el Levante y el Rayo les han incomodado, los mensajes de Hansi Flick sobre los egos y una entrega "al 70% que no es suficiente". A eso se suma la posibilidad de que no se sientan cómodos en la improvisada casa, un estadio de 8.000 espectadores en el que solo ha jugado un amistoso, y que puedan ser determinantes las ausencias de jugadores como De Jong o Balde y, sobre todo, Lamine Yamal. La baja del internacional puede provocar el debut en el primer equipo de Roony Bardghji.
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