Así fue el salto de Felix Baumgartner: casi 40 kilómetros de altura, rompió la barrera del sonido y batió tres récords mundiales

El 14 de octubre de 2012, con 43 años, Felix Baumgartner quedaría inmortalizado en los libros de historia como el primer hombre supersónico. En un salto al vacío desde la estratosfera que paralizó al mundo, el deportista extremo austriaco se convirtió en el primer hombre en romper la barrera del sonido sin asistencia mecánica... y vivir para contarlo.
Como parte de una campaña denominada Red Bull Stratos, Baumgartner ascendió dentro de una cápsula amarrada a un enorme globo de helio y cuyo grosor no superaba los 0,002 centímetros (diez veces más fino que las bolsas de plástico convencionales), hasta los 39 kilómetros de altura, batiendo así su primer récord mundial de la jornada. Una nimiedad.
Después de un viaje de dos horas y media, ya desde la estratosfera, el saltador miró la Tierra, a sus pies, y deseó que sus compañeros "pudieran ver lo que yo estoy viendo". La cámara de 360º situada en su traje captaba nuestro impasible planeta y la profundidad infinita del espacio, y a pesar de vivirlo en primera persona, Felix saltó.
Con la segunda plusmarca, la del salto al vacío desde una mayor altura, en el bolsillo, se entregó a aquella travesía impulsada solo por la gravedad terrestre, que duró cuatro minutos y 20 segundos, y en la que rompió, por primera vez en la historia, la barrera del sonido sin asistencia mecánica (alcanzó los 1.357,64 kilómetros por hora).
Saltando con la cabeza por delante para evitar pérdidas de conocimiento o en el peor caso una hemorragia cerebral, Baumgartner superó entonces la marca de Joe Kittinger, un estadounidense (fallecido en 2022 con 94 años) que en 1960 se arrojó al vacío desde 31.333 metros cuando pertenecía a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos.
Cuando pisó el suelo, previa apertura de su paracaídas, por supuesto, Baumgartner cayó sobre sus rodillas, alzando al cielo que había conquistado, dos puños victoriosos, para después fundirse en un emotivo abrazo con su familia. Después de su trágica muerte en 2025, en un accidente de parapente, el salto estratosférico del hombre supersónico queda inmortalizado como su legado.
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