Falta de puntos de venta, el mayor reto para artesanos de fibras vegetales

Falta de puntos de venta, el mayor reto para artesanos de fibras vegetales
Ángel Vargas
Periódico La JornadaViernes 16 de mayo de 2025, p. 4
La falta de canales directos para la comercialización de sus productos es uno de los principales escollos que enfrentan los artesanos que trabajan con fibras vegetales en México, seguido por la creciente dificultad para obtener las materias primas y su encarecimiento.
Tal panorama se desprende de un sondeo realizado por La Jornada entre algunos de los 45 participantes en el primer Encuentro Nacional de Fibras Vegetales, inaugurado ayer en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP).
Para nosotros, la materia prima no es problema; por fortuna, hay mucha en el campo. Lo que sí se nos dificulta es tener mercado para sacar nuestros productos
, explica Silvia Gallardo Osorio, de Chigmecatitlán, municipio de la mixteca poblana que se ha destacado a escala nacional por sus trabajos artesanales de miniaturas tejidas con palma.
“Nos han invitado a expos en Puebla, hemos salido a otras partes del país por (la secretaría de) Cultura para vender nuestras piezas, pero, la verdad, sí nos cuesta mucho trabajo tener plaza.”
−¿Se puede vivir de esta actividad? −se pregunta a la artesana, cuya familia se ha dedicado desde hace generaciones al tejido de palma.
−La verdad: vivir bien, no. No tenemos dónde vender o distribuir; cuando ya tenemos, como ahorita, pues, gracias a Dios sí logramos buena venta, y con eso nos sostenemos días, semanas. Después debemos esperar a que nos vuelvan a invitar.
Refiere que una figurita humana con un costo de entre 150 y 300 pesos requiere entre cuatro y cinco horas de trabajo. Entre más pequeñita, más difícil
.
Doña Silvia cuenta con orgullo cómo su municipio ha ganado renombre en el país gracias a la elaboración de miniaturas en palma. Aclara que actualmente 12 familias se dedican a esa actividad en su comunidad. Somos muy reconocidos por este trabajo. Mis tíos iniciaron esto de la miniatura en el municipio hace como 40 años. Después enseñaron a mis papás y ellos, a mí y a mis hermanos. Ahora, varias familias vivimos de esto
.
Para Pedro Vega, de la comunidad de Villa Progreso, municipio de Ezequiel Montes, Querétaro, la cuestión de las ventas
es también el principal obstáculo en su trabajo artesanal con la fibra de maguey, material que, asegura, es fácil conseguir en su región.
No hay puntos de venta en nuestra comunidad y tenemos que salir a buscar para vender, a comercializar
, asevera este artista popular, que lo mismo se dedica a la hechura de artículos utilitarios para el hogar como cepillos, estropajos, escobetas, exfoliantes, tortilleros y alhajeros, que figuras de vírgenes, santos y, en temporada navideña, piñatitas decorativas y nacimientos.
Es un conocimiento que viene de generaciones, no sé cuántas; mis abuelos y mis padres ya se dedicaban a esto, con mecates, mecapales y todo lo que se usaba en el campo y para amarrar a los animales
, agrega. Es un trabajo noble que apenas da para salir adelante
.

▲ Aquí, dos de las 45 personas que participan en el encuentro comercial organizado por el Fonart con el fin de visibilizar las técnicas artesanales que se elaboran en diversas comunidades del país.Foto Yazmín Ortega Cortés
Proveniente de la comunidad de Calkini, Campeche, Nicolasa Tzeek Uc se ha dedicado desde que tiene memoria a la elaboración de petates: mi papá murió cuando era muy chica, y mi mamá nos enseñó esto que a su vez había aprendido de su madre. Nací y crecí sobre un petate. Pasaron los años, me casé, tuve a mis hijas; ahora tengo cuatro nietos, y ya saben hacerlos
.
Ya nos anunciamos en Facebook
Como ocurre con Patricia Camacho, artesana de Chiapa de Corzo, Chiapas, dedicada a la hechura de monteras de ixtle usadas en la tradicional danza de los Parachicos, esta anciana maestra artesana se cuenta entre los numerosos casos en México cuyo quehacer debe sortear serios problemas para obtener la materia prima y para tener un canal directo de venta para sus productos.
Nos cuesta mucho trabajo obtener el material para los petates (palma, tule y carrizo), ya casi no hay en mi comunidad y debemos conseguirlo en Tabasco, pero no es igual; es más tosco, grueso y ancho, de menor calidad. Entonces, también lo hemos plantado, pero no crece igual
, explica.
Tras detallar que el tejido de un petate promedio, de 1.20 por 1.80 metros, el que se usa para cama
, le lleva al menos una semana de trabajo, doña Nicolasa lamenta lo difícil
que es venderlo. Incluso, en años recientes han recurrido a las redes sociales.
Hay que salir a pregonarlo; ya los anunciamos en Facebook, pero aun así es muy complicado
, apunta. Yo no vivo nomás de esto, no podría. También hago hamacas de hilos tejidos y blusas, además de que ando rezando a las vírgenes y los difuntos. Le tengo que buscar por muchos lados para vivir, lo mismo mis hijos
.
El primer encuentro de fibras vegetales es una iniciativa del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), cuyo fin es conocer la situación de los artesanos dedicados a la elaboración de productos con carrizo, palma, ixtle y jipijapa, así como de sus técnicas.
Queremos conocer de viva voz de los maestros cuál es su estatus, qué se está perdiendo, qué permanece, ya sea en objetos, técnicas o materias primas, de tal manera que tengamos una radiografía de qué está pasando en el país (en esta vertiente artesanal)
, explica Elena Vázquez, encargada de despacho de la Dirección de Operación y Proyectos Integrales de Artesanías del Fonart, quien, entre otros temas, alerta sobre cómo el plástico ha sustituido algunos de estos objetos en varias comunidades.
Como parte del programa Original México, el primer Encuentro Nacional de Fibras Vegetales mantendrá sus actividades y expoventa hasta el 18 de mayo, de 11 a 18 horas, en el recinto de avenida Hidalgo 289, Centro de Coyoacán, con entrada libre.
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