‘Tiburón’: 50 años de la película que cambió el cine para siempre

El 20 de junio de 1975, un joven director, de apenas 28 años, estrenó la película que lo lanzaría al estrellato y que instauraría el modelo moderno de superproducción (blockbuster). Hablamos de Steven Spielberg y Jaws –Tiburón, en español–.
Esta cinta, que contra todo pronóstico se convirtió en un éxito en taquilla, no solo redefinió el suspenso, sino que instaló un miedo visceral al océano en generaciones enteras, introdujo una nueva forma de construir tensión y marcó el inicio de una de las carreras más influyentes en la historia del cine.
Además de su temática y lo que significó para Spielberg, Tiburón también es una historia sobre los límites del rodaje, la improvisación forzada debido a una tecnología defectuosa (el tiburón mecánico fallaba constantemente) y la capacidad de un equipo humano para transformar el caos en arte.
Esa mezcla de magia, tensión y riesgo es precisamente lo que recupera el nuevo documental Jaws @ 50, dirigido por el cineasta francés Laurent Bouzereau, una de las voces más respetadas en el campo del documental cinematográfico.
Bouzereau es muy cercano al universo Spielberg. Desde hace más de tres décadas, ha trabajado junto al director en decenas de proyectos, explorando en profundidad el proceso creativo detrás de películas icónicas como E. T., Minority Report, West Side Story, Munich y The Fabelmans.
También ha dirigido documentales sobre figuras clave de la historia del cine, como las actrices Natalie Wood y Faye Dunaway, y el compositor de bandas sonoras para el cine, John Williams. Su mirada va más allá de una anécdota: se adentra en la humanidad de los creadores, en las decisiones estéticas que marcan una época y en cómo el cine moldea y refleja nuestra cultura.
En Jaws @ 50, Bouzereau no solo recupera los testimonios de Spielberg, sino que los entrelaza con nuevas voces de la industria: directores consagrados como James Cameron, Jordan Peele, J. J. Abrams o Steven Soderbergh, quienes reflexionan sobre el legado de Tiburón. El resultado es un homenaje que celebra no solo este clásico del cine, sino todo lo que esta película representa: el poder del cine como experiencia colectiva, como lenguaje universal, como legado intergeneracional.
Para celebrar las cinco décadas, el documental tuvo su primer estreno en Martha’s Vineyard –la isla donde originalmente se filmó Tiburón al sur de Boston–, lugar que también le rindió homenaje a la cinta con otros eventos y exposiciones que reiteran la trascendencia de este clásico.
En entrevista con EL TIEMPO, Bouzereau habla de su relación con Spielberg, de su fascinación por el detrás de cámaras, de su vínculo emocional con Tiburón y del desafío de capturar en un solo documental medio siglo de historia, leyenda y amor por el cine.
Hablemos sobre su relación con Steven Spielberg. Usted lleva muchos años trabajando con él. ¿Cómo comenzó todo?Mi relación con él comienza por la época en la que me mudé a Los Ángeles desde Nueva York, cuando estaba ocurriendo una gran revolución en el entretenimiento en casa gracias a los DVD, los discos láser, etc. Alguien que trabajaba con Steven había oído sobre mi amor por sus películas y que tenía experiencia en otros aspectos del negocio del cine. Así que me reuní con él por pura casualidad y me dio la oportunidad de hacer un primer documental con Steven. Inmediatamente después de ese documental, hice uno sobre Jaws, y eso impulsó mi carrera, porque los documentales en este campo empezaron a convertirse en algo relevante… En ese sentido, fui un poco un pionero en esa área, si se me permite. Luego, a medida que los documentales siguieron ganando legitimidad como una forma de contar historias y como género específico, Steven me dio muchas oportunidades.
Pero usted también le dio (y le sigue dando) ideas a él…Sí, le he propuesto muchas cosas. Le propuse la película sobre Natalie Wood, Faye Dunaway, John Williams y, eventualmente, este nuevo documental sobre Jaws. Así que sí, he tenido una posición muy privilegiada en la que puedo acercarme a él con una película que creo que puede emocionarlo. Y esta fue una de ellas.
¿Qué es lo que le fascina tanto del “detrás de escena”? ¿Por qué decidió ir por ese camino? Yo no recuerdo cuál fue la primera película que vi, pero sí recuerdo haber ido a una sala de cine y estar mirando constantemente hacia atrás, hacia el haz de luz, intentando descubrir de dónde venía la imagen. Así que, después de esa película, mi papá habló para que yo subiera a la cabina de proyección. Cuando entré, un hombre me dijo: “Déjame mostrarte algo. Cada vez que ves un punto en la esquina superior derecha del fotograma, significa que tengo que cambiar el proyector”. Así que, cada diez o quince minutos, tenía que hacerlo. Sentí que me había contado el mayor secreto del mundo. Y fue ahí que me di cuenta de que me fascinaba lo que pasaba detrás del cine, más que lo que estaba en la pantalla.
¿Por qué sintió que era importante hablar sobre el 50 aniversario de 'Tiburón'?Cuando cumplí 50 años, fue un momento importante. Me hice muchas preguntas: ¿sigo siendo relevante? ¿Sigo siendo joven? ¿Puedo seguir inspirando a la gente? ¿Debería retirarme? Y, para ser honesto, me estaba haciendo esas mismas preguntas sobre Tiburón. Pensaba: ¿esta película sigue siendo relevante? ¿Todavía significa algo para las nuevas generaciones? Sobre todo, ahora que estamos tan acostumbrados al CGI (Computer-Generated Imagery, en español: imágenes generadas por computador). Y la respuesta para mí fue un sí. Entonces, decidí que era importante celebrarlo de una manera que valorara y ayudara a comprender por qué este legado sigue valiendo la pena. Y lo logré hablando con Steven, quien me dio la perspectiva más humana sobre la realización de esa película: lo que significó para él, tanto en lo bueno como en lo malo.
Pero no solo Spielberg aparece en el documental…Claro. Decidí también rodearlo de nuevos directores que hoy se benefician de lo que Tiburón hizo por ellos. El lanzamiento en Martha’s Vineyard parecía un concierto de rock. Nunca había tenido una reacción así del público sobre mi trabajo. Y con eso, reiteré el impacto que esta película sigue teniendo, y eso me parece maravilloso, porque hablamos de personas de todas las generaciones.
¿'Tiburón' es una película intergeneracional?Absolutamente. Y eso no pasó con muchas películas con las que crecí. Tiburón es una de las pocas que no tiene que preocuparse por su legado. Y eso es un milagro, por cómo fue la producción. Pero no es sorprendente, porque estuvo en manos de un autor, un verdadero amante del lenguaje cinematográfico, alguien que abrazó esta película y la convirtió en una experiencia profundamente humana.
Ya mencionamos que Spielberg no es el único que aparece en su documental, también hablan directores talentosos y muy reconocidos que estuvieron marcados por 'Tiburón'. ¿Qué le dijeron ellos sobre la película? ¿Confirmaron todo lo que piensa sobre la cinta?Fue muy inspirador hablar con todos, desde James Cameron hasta Emily Blunt, y científicos marinos como Philippe Cousteau. Hablando con ellos, uno se da cuenta de que esta película –y la novela de Peter Benchley– ha impactado muchos aspectos de nuestra cultura. Ha dado origen a muchos cineastas, científicos y escritores. Tiburón fue un hito cultural en el cine y, a la vez, un movimiento cultural que se transmite.
¿Qué significaba 'Tiburón' para usted antes de hacer este documental?Tiburón fue la mayor inspiración que recibí en mi vida creativa. Es la película que me hizo pensar seriamente en una carrera en el cine, que me emocionó con la idea de mudarme a Estados Unidos y me dio ganas de aportar algo, de alguna manera, al cine.
¿Y ahora?Seguridad laboral. Es que gracias a Tiburón he podido mantener una relación con Steven Spielberg y hacer documentales increíbles que, de alguna forma, tocan a personas que fueron parte de esa era.
¿Alguna historia en particular que haya escuchado haciendo este documental y que le haya parecido increíble?Yo diría que todas. Cuando estás frente a James Cameron, Jordan Peele, Steven Spielberg, J. J. Abrams y Steven Soderbergh, no puedes creer que tengas la oportunidad de hablar sobre algo que significa tanto para ti y compartir esa pasión. Ya no te sientes tan solo y te sientes parte de un movimiento y de una cultura que ha reconocido la importancia de algo tan impactante como Tiburón.
¿Qué cree que le aportó al legado de 'Tiburón'?Te contaré algo: una de las primeras películas que se proyectó fue sobre un tren llegando a una estación. ¿Y por qué la gente se asustaba? No era porque pensaran que los iba a atropellar. Era porque había un punto de vista. Porque la cámara estaba puesta en un ángulo específico. Eso es el lenguaje del cine. Cuando hago un documental, me obsesiono con el ángulo, con qué tan cerca o qué tan lejos o qué hay detrás. La iluminación, todo. Porque eso es un punto de vista. Quiero que la gente se conecte con quienes están hablando porque están entrando en su alma. Soy muy cuidadoso. Esto es una forma de arte. El documental es una forma de narrar historias, y yo me siento muy privilegiado de ser parte de esa comunidad. Y espero estar haciendo un buen trabajo y que mi próxima película sea igual de desafiante.
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