¿Pagarías 20.000 euros por un robot que te limpie la casa? Así es NEO, el primer robot doméstico

¿Estamos a las puertas de una nueva revolución tecnológica dentro del hogar o asistimos al nacimiento de una moda de lujo con fecha de caducidad? La llegada de NEO, un robot humanoide de aspecto amigable y capacidades domésticas, plantea una pregunta que va más allá de su precio o prestaciones: ¿estamos preparados para vivir con máquinas que no solo nos obedecen, sino que también nos observan, nos recuerdan y, poco a poco, aprenden a convivir con nosotros?
Como en un episodio futurista de Black Mirror, pero con una interfaz más amable y menos apocalíptica, NEO ha sido presentado como un asistente personal con forma humana capaz de limpiar la casa, enseñarte idiomas, recordar dónde dejaste las llaves e incluso proponerte recetas según lo que tengas en la nevera. La diferencia ahora es que no es una promesa, ni un prototipo, ni un vídeo viral: NEO ya se puede reservar. Y eso cambia todo.
El nacimiento de NEO y la nueva era de los asistentes humanoidesLa empresa 1X Robotics, respaldada por inversores como OpenAI, es la que está dentrás de NEO, ya en fase de preventa. Por primera vez, cualquier persona —con 20.000 dólares o 499 al mes— podía hacerse con un robot con aspecto humano que, según sus creadores, "transformará la vida en casa".
NEO es el resultado de una apuesta ambiciosa: llevar la robótica avanzada y la inteligencia artificial al entorno doméstico. Mientras Tesla promete con Optimus y Figure AI enseña vídeos de su Figure 03, 1X ha decidido adelantarse. Y lo ha hecho con un diseño que recuerda tanto a los robots de ciencia ficción como a un electrodoméstico premium. Tiene cuerpo delgado, cubierta de polímero lavable, calzado personalizable y se mueve con suavidad gracias a sus actuadores con "tendones".
La compañía californiana ha trabajado durante años para lograr este equilibrio entre forma y funcionalidad. El objetivo: crear un robot capaz de integrarse en la vida diaria sin parecer una amenaza ni un mueble torpe. La clave está en su autonomía gradual: NEO no nace sabiendo todo, pero está diseñado para aprender. Como un hijo tecnológico.
Tareas del hogar, asistencia y aprendizaje… pero limitado: ¿Qué puede hacer (ya) NEO y qué no?NEO no es solo una curiosidad robótica. Según sus especificaciones, puede ejecutar tareas como sacar la basura, regar plantas, doblar ropa o aspirar. Utiliza visión artificial con cámaras ojo de pez, micrófonos y un sistema de IA llamado Redwood que le permite interpretar órdenes, reconocer entornos y ejecutar movimientos con precisión.
Entre sus modos de funcionamiento se incluyen:
- Modo tareas: ejecución programada de labores del hogar, controlable por voz o mediante app.
 - Modo compañero: función de asistente virtual que recuerda ubicaciones, sugiere recetas o ayuda con aprendizaje.
 - Modo autónomo: despliegue gradual de autonomía basada en la experiencia acumulada por el robot.
 
Además, los usuarios pueden solicitar sesiones con expertos de 1X para enseñar a NEO nuevas tareas específicas. Este sistema de entrenamiento supervisado sugiere una filosofía de "robot en evolución", donde la inteligencia práctica se construye día a día.
Su cuerpo mide 1,68 metros, pesa 30 kg y puede levantar hasta 70 kg. Tiene cuatro horas de autonomía por carga y se recarga solo. Aunque sus manos son resistentes al agua, no es apto para ambientes húmedos, lo cual limita su uso en exteriores o tareas que impliquen líquidos.
El precio de la innovación: ¿Accesible o reservado a élites tecnológicas?NEO cuesta 20.000 dólares en su versión de compra, con entregas previstas para 2026, o puede adquirirse en modelo de suscripción por 499 dólares al mes. El precio incluye soporte premium, garantía de tres años y prioridad en el envío. Viene en tres colores: azul, beige y negro.
Si bien la cifra parece alta para un electrodoméstico, puede resultar más razonable si lo comparamos con el coste acumulado de ciertos servicios humanos de asistencia o limpieza profesional durante varios años. Pero la pregunta no es solo económica, sino ética, social y cultural: ¿quién puede permitirse tener un robot en casa? ¿Y qué implica convivir con él?
Aquí es donde el debate se amplía. NEO no es un producto de masas (aún), pero podría ser el embrión de un mercado en auge. Como los primeros iPhones o los coches eléctricos de gama alta, su impacto no se mide solo por ventas iniciales, sino por el cambio de paradigma que representan.
El nuevo rostro de la inteligencia artificial: visión, cuerpo y memoriaLa verdadera innovación de NEO no está solo en lo que hace, sino en cómo lo hace. Frente a los asistentes virtuales actuales como Alexa o Siri, este robot añade algo radicalmente nuevo: cuerpo. La inteligencia ya no vive en una pantalla ni en una nube. Tiene forma, brazos, piernas, mirada.
Esto cambia la relación emocional y cognitiva que los humanos establecen con la tecnología. La interacción deja de ser abstracta. NEO puede seguirte por la casa, mirarte a los ojos, interpretar gestos o recordar rutinas. Y aunque su IA no es consciente ni autónoma al estilo humano, su capacidad de aprendizaje sí lo es.
El sistema Redwood AI combina visión y lenguaje para ejecutar órdenes complejas con contexto físico. Esto significa que puede, por ejemplo, abrir una puerta, reconocer objetos o adaptar su comportamiento según el entorno. Cuanto más trabaja, más aprende. Cuanto más aprende, más autónomo se vuelve.
Rivales, promesas y la carrera hacia el robot perfectoNEO no es el único en la línea de salida, aunque sí el primero en cruzarla. Tesla, con su robot Optimus, mostró un prototipo en 2022 y prometió una versión más avanzada en 2026. Figure AI presentó Figure 03 en octubre de 2025, pero sin fecha de venta al público. En comparación, 1X ha dado un paso valiente: lanzar un producto real, con fecha, precio y funciones.
Esto no significa que la guerra esté ganada. El mercado de la robótica humanoide apenas empieza. El reto será pasar de lo anecdótico a lo útil, de lo experimental a lo cotidiano. ¿Qué hará que un robot sea verdaderamente necesario en casa? ¿Qué tareas justificarán su integración diaria?
El tiempo —y los usuarios pioneros— tendrán la respuesta. Pero si la historia tecnológica sirve de guía, estamos ante la primera página de un libro que aún no sabemos cómo termina.
¿Una revolución doméstica o un experimento de lujo?NEO representa algo más que un robot funcional. Es un símbolo de lo que la tecnología pretende ser: una extensión de nuestras capacidades, una solución a nuestras rutinas y, quizás, una nueva forma de compañía. Pero también abre preguntas incómodas sobre privacidad, dependencia y humanización de la máquina.
La convivencia entre humanos y robots ya no es una hipótesis de ciencia ficción. Ha comenzado. Y como toda relación que empieza, promete momentos fascinantes… y dilemas aún más grandes.
eleconomista



