«La peor parte, como siempre, es para el campo. Esperaban un año histórico y la dana se ha llevado el 50% del cereal por delante»

La dana de la que en Aragón se había avisado desde el pasado miércoles 11 de julio afectó principalmente al noroeste de la provincia de Zaragoza, en municipios de la Ribera Alta del Ebro y el Moncayo. El viernes por la tarde, la antesala de lo que estaba por llegar en las últimas horas, se llevó la peor parte Tarazona. La zona baja de la localidad se vio anegada por una tromba de lluvia que dejó entre 50 y 60 litros por metro cuadrado en apenas una hora, estima el Ayuntamiento. La tormenta fortísima de lluvia y granizo comenzó a las 19.00 horas.
Según cuenta a ABC el concejal de Protección Civil y Seguridad Ciudadana, Diego Cobos, lo más grave, pese a que hasta 16 bomberos se afanaron en achicar agua durante toda la noche de bajos, garajes y locales comerciales, va a estar en el campo. Cientos de hectáreas de cereal se vieron arrasadas en apenas veinte minutos por una tormenta de pedrisco del tamaño de «monedas de euro», dice Cobos. Van a sopesar la petición de declaración de zona catastrófica, confirmó, como así también Tono Jaray, alcalde del municipio, en una inicial evaluación de los daños.
El regidor de Tarazona alabó la «muy rápida» intervención de las diferentes instituciones para responder a los daños causados por el paso de la dana por la localidad zaragozana: «En diez minutos, cuando todavía no había vídeos sobre lo que estaba pasando, ya estábamos en contacto con los equipos de Emergencias y ya se estaban poniendo en marcha desde Zaragoza«, dijo, aunque también reconoció que les sorprendió la intensidad y rapidez en la formación de la gran tromba de agua.



El edil de Protección Civil lamenta que los agricultores vean cómo un fenómeno meteorológico adverso vuelve a arruinarles una vez más: «Esperaban un año histórico de recolección de trigo y cebada, estaban al 50%, tras dos años muy duros de sequía y escasez. Ahora el granizo se ha llevado todo por delante» en esta zona, donde en una semana se preparaban para recoger el maíz. También han quedado devastados cientos de árboles de frutales.
La limpieza urbana necesaria tras el torrente de agua, que taponó todos los sumideros y dejó numerosos desprendimientos de ramas de árboles y algunas tejas caídas, se había casi completado ayer sábado a mediodía cuando Jaray participaba, junto al resto de alcaldes afectados por la dana, en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) convocado por el Gobierno aragonés. El consejero de Interior, Roberto Bermúdez de Castro, lo presidió y se hizo acompañar por el titular de Sanidad, aunque la afección en la asistencia sanitaria fue mínima salvo algún problema con el suministro eléctrico en áreas de salud y en los buscas de los médicos.
Bermúdez de Castro declaró al concluir la reunión del Cecopi que se había trabajado toda la noche, con miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y 16 bomberos de la Diputación y Ayuntamiento de Zaragoza, para paliar las decenas de incidencias que se localizaron en municipios como Grisén (donde la acumulación de agua fue desmedida, con 144 litros por metro cuadrado en unas horas), Aranda de Moncayo, LaAlmunia, Pleitas, Pedrola, Figueruelas y Bárboles. La UME aumentaba su dispositivo ayer por la mañana con la salida de militares de la brigada de Zaragoza en dirección a la Ribera Alta del Ebro. La ministra portavoz Pilar Alegría y el delegado del Gobierno en la comunidad, Fernando Beltrán, acudieron con un destacamento a observar los efectos de la tormenta. El responsable de Interior también ponía en preaviso a todos los voluntarios de Protección Civil en los campamentos escolares del Pirineo aragonés, que estos días se cuentan por decenas y alertaba especialmente al Valle del Tena (Huesca). Solo como medida de prevención, tranquilizó a los padres.
Además, más de 600 usuarios sufrieron apagones del suministro eléctrico en muncipios como Pradilla del Ebro y Boquiñeni; se cortó la circulación por la carretera A-122 desde la madrugada del viernes debido a las enormes balsas de agua creadas. En una de 30 metros de largo por dos metros de altura, se quedaron encajonados dos coches y un camión, y aunque la situación de los perjudicados era de «angustia», reseñó el consejero regional, lo cierto es que con fortuna no hubo que lamentar daños personales. Varias personas, «un total de 10-12» fueron rescatadas de sus vehículos porque se quedaron atrapadas en badenes y debajo de los puentes. Una mujer con tres niños en el coche protagonizó uno de los mayores sustos, así como varias personas que tuvieron que refugiarse en una gasolinera abandonada en una salida de la misma A-122.
Pasado el temporal en la zona alta del río que atraviesa toda la comunidad, el curso de la dana arremetió con fiereza sobre el Bajo Aragón turolense, donde a las 13.00 horas todos los ciudadanos recibían, como la noche anterior en los municipios zaragozanos, el estruendoso pitido del mensaje de Es-Alert alertando del nivel máximo de peligrosidad. De hecho, el mensaje de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) calificaba de «peligro extraordinario» para la zona, así como para la ciudad de Teruel durante la tarde del sábado. Pasadas dos horas de la alerta móvil y registrando la mayor incidencia en el corte de la carretera que une Valmuel y Alcañiz, aunque también hubo que cancelar eventos como el festival de Castillos y la prueba de velocidad del campeonato de España en el circuito Motorland, el aviso se desactivó y pasó a poner en guardia a continuación a Cataluña.
Renfe suspendió la circulación ferroviaria que también dejó varados a muchas personas en la estación de Delicias de Zaragoza, a medio camino y zona de paso entre Madrid y Barcelona.
ABC.es