Israelíes de extrema derecha protestan contra la entrada de ayuda humanitaria a Gaza: 'Es alimentar al agresor'

Simpatizantes de Tsav 9, un grupo de extrema derecha de Israel, se congregaron este miércoles a pocos kilómetros del paso de Kerem Shalom, en la frontera con la Franja de Gaza, para protestar contra la entrada de ayuda humanitaria en el devastado territorio palestino.
La concentración se produjo después de que el Gobierno de Israel aprobara la entrada de ayuda en camiones tras dos meses sin permitir el ingreso de suministros esenciales al enclave.
Tsav 9 es un grupo fundado en enero de 2024, compuesto por colonos israelíes, reservistas del ejército y familiares de personas secuestradas durante el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023.

La protestar es contra la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Foto:EFE
Inicialmente, la protesta estaba prevista en el mismo paso fronterizo, pero las autoridades, que detuvieron a al menos dos manifestantes, no permitieron que los congregados se acercaran hasta allí.
Entre ellos estaba Michael Raskas, quien se sumó a la concentración para manifestar su rechazo a la decisión del gobierno de permitir el ingreso de ayuda.
"Está mal lo que está haciendo el Gobierno israelí y también está mal que la comunidad internacional nos quiera imponer que, mientras nuestros rehenes siguen retenidos en las mazmorras de Hamás, debamos estar entregando comida y combustible a nuestro enemigo", declaró a EFE.
"En ninguna guerra a lo largo de la historia se ha visto que quien se defiende tenga además que alimentar a su agresor, mientras nuestros rehenes siguen secuestrados", añadió.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este lunes que Israel permitiría una entrada "mínima" de ayuda a Gaza, sometida a un bloqueo total desde principios de marzo, por temor a que las imágenes de una hambruna en el enclave obligaran a los aliados de Israel a retirar su apoyo militar y diplomático al país.
Unas 470.000 personas en Gaza -donde viven unos dos millones de personas- enfrentan una situación de hambruna catastrófica, según el Programa Mundial de Alimentos.
Para Raskas, la solución es sencilla: "Hamás debería liberar a los rehenes. Si no lo hacen, no deberíamos proporcionarles nada," dijo. Con eso, la guerra "se termina en un minuto", añadió.

Palestinos desplazados se reúnen para recoger porciones de comida. Foto:AFP
Otro de los manifestantes, Mark, de 61 años, comentó que cruzar hacia Gaza no es solo entrar en el territorio controlado por Hamás, sino que también implica atravesar lo que considera "la frontera de la civilización", que Israel debe proteger.
"El 7 de octubre quedó claro que todos (los habitantes de Gaza) son terroristas o simpatizantes de terroristas", aseguró a Efe. "Si hoy Europa teme criticar a Israel por enfrentarse a una civilización bárbara, mañana los van a tener en sus propias puertas", advirtió.
La protesta fue contrarrestada por simpatizantes del movimiento Standing Together, que promueve la unión entre israelíes y palestinos y aboga por el fin del conflicto. Entre ellos se encontraba Doron Muzett, quien señaló a Efe que la mayoría de los israelíes no están realmente preocupados por la ayuda humanitaria, sino que simplemente desean que "la guerra termine".
"Solo en la última semana los medios locales comenzaron a hablar más sobre la ayuda a Gaza. Cuando se habla de un tema, te empieza a importar más", afirmó

Una niña palestina a la espera de un plato de comida. Foto:AFP
La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 con el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1.218 muertos, en su mayoría civiles, según un balance basado en datos oficiales.
Los islamistas también secuestraron ese día a 251 personas. De ellas, 57 continúan cautivas en Gaza, aunque 34 fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
La campaña de represalia militar de Israel se cobró la vida de al menos 53.592 personas, la mayoría civiles, señaló el Ministerio de Salud de Gaza, que la ONU considera fiables.
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