Huachicol en Tamaulipas: aseguran más de 2 millones de litros de diésel en operativo federal

En un operativo federal contra el huachicol realizado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, autoridades mexicanas aseguraron más de 2 millones y medio de litros de diésel que eran transportados en 25 carrotanques. Esta incautación representa uno de los golpes más significativos contra el tráfico de hidrocarburos en lo que va del año.
De acuerdo con información oficial, el decomiso se llevó a cabo por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en colaboración con la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR). Las anomalías detectadas en los vehículos durante una inspección fueron la clave para intervenir y descubrir la carga ilícita.
Este hallazgo se suma a otra operación ocurrida horas antes en el mismo municipio, donde las autoridades aseguraron 575 mil litros de combustible que eran transportados en cinco carrotanques. Con ambas acciones, la cantidad total incautada supera los 3 millones de litros, reflejando la magnitud del tráfico de combustibles en la región fronteriza.
Nuevo Laredo, por su ubicación estratégica como punto de cruce con Estados Unidos, se ha convertido en una zona de alto riesgo por el contrabando de hidrocarburos. Las organizaciones criminales han aprovechado esta posición para establecer rutas de trasiego, principalmente de diésel y gasolina robados.
Desde 2019, el gobierno federal implementó una estrategia de combate al huachicol, enfocada en reforzar la vigilancia de ductos, regular el transporte de combustibles y frenar las redes del crimen organizado que operan en el sector energético. Estos nuevos decomisos forman parte de esa ofensiva y demuestran que las operaciones continúan en puntos críticos del país.
Las autoridades han reiterado que se mantendrá la presencia militar y policial en zonas estratégicas, especialmente en estados con alta incidencia de robo de combustible, como Veracruz, Guanajuato, Puebla y Tamaulipas. Además, la colaboración entre instituciones federales y estatales ha sido clave para lograr resultados como los vistos en este operativo.
El robo y tráfico de combustibles no solo representa pérdidas millonarias para el Estado mexicano y empresas del sector, sino que también alimenta economías ilegales, fortalece a grupos criminales y pone en riesgo la seguridad energética nacional.
A nivel local, estos delitos han generado corrupción, violencia y redes de protección, lo que dificulta aún más el trabajo de las fuerzas de seguridad. La incautación de 2.5 millones de litros de diésel envía un mensaje de cero tolerancia y busca disuadir a las bandas dedicadas al huachicol.
El aseguramiento de más de 3 millones de litros de diésel en Nuevo Laredo representa un avance en la lucha contra el tráfico de hidrocarburos en México, pero también pone en evidencia el tamaño del desafío que enfrentan las autoridades. Mientras los grupos delictivos mantengan capacidad logística y redes de complicidad, los operativos seguirán siendo esenciales.
La población espera que estos esfuerzos se traduzcan en mejoras en la seguridad local, rendición de cuentas y justicia, mientras que el gobierno federal tiene la tarea de continuar con la implementación de políticas energéticas seguras y sostenibles, en un entorno marcado por el crimen organizado y la impunidad.
La Verdad Yucatán