El Palacio del Infante Don Luis busca ser más accesible sin alterar «su esencia»

El Ayuntamiento de Boadilla del Monte se enfrenta a un gran reto: acondicionar el Palacio del Infante Don Luis, uno de los más famosos conjuntos patrimoniales de Madrid, para que también las personas con movilidad reducida puedan visitarlo. Esta prestigiosa joya de la realeza pasará en los próximos meses por unas obras que buscarán mejorar su accesibilidad. Desde el ayuntamiento aseguran que estas nuevas instalaciones no damnificarán la esencia arquitectónica del palacio, datado del siglo XVIII.

Las obras del edificio fundamentalmente consistirán en dos actuaciones. La primera, la implementación de un par de plataformas elevadoras exteriores que se instalarán en la fachada principal de entrada en la capilla y en el acceso al palacio desde los jardines. Ambas podrán ocultarse bajo el pavimento cuando no se utilicen. La otra vertiente de la obra es un ascensor que unirá las cuatro plantas del edificio y que se ubicará en una zona de almacenaje cercana a la capilla.

Este palacio neoclásico lo diseñó el ciempozueleño Ventura Rodríguez para el hijo mejor de Felipe V, que vivió en él. El Infante decidió comprar el espacio, que era de los marqueses de Mirabal, para construir su propio patrimonio, puesto que no tenía propiedad alguna para dejar a su posible descendencia.

La obra, que costará 301.774 euros, tendrá una duración estimada de seis meses. Durante ellos, el palacio seguirá abierto y ofreciendo al público conciertos, exposiciones y visitas guiadas, puesto que los trabajos se desarrollarán fuera del horario de apertura.

El Partido Popular de Boadilla del Monte se comprometió en su programa para los comicios de 2023 a «rehabilitar» el palacio y «sus espacios singulares». El plazo de presentación de empresas para el concurso público finaliza este 23 de julio, y a partir de ahí comenzarán unos meses de obras que, según el ayuntamiento, tienen por objetivo «proteger el pasado» del elemento patrimonial y «abrirlo al presente»: «Refleja el cambio de valores de la sociedad actual», asegura el consistorio.

Se trata de 6.300 metros cuadrados que desde 1974 se consideran Bien de Interés Cultural. Desde esa fecha, toda acción que se lleve a cabo en el palacio debe contar con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que fue otorgado para estas nuevas actuaciones.

Además, estas obras se han hecho coincidir con el pico de visitas que se espera que genere la exposición de arte Reyes de España, que se podrá admirar en este palacio a partir de junio de 2026. Será esta la primera colección de soberanos españoles desde que se quemara la del Real Alcázar de Madrid en un incendió en la Nochebuena de 1734. La prepara ya el Taller de Artistas Históricos de Ferrer-Dalmau y expondrá a los 22 reyes que ha tenido nuestro país hasta la fecha. En total, la exposición será de 23 piezas, dado que la última estará dedicada a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón.

Esta actuación se suma a otras que se están realizando en este palacio. Entre ellas, la Comunidad de Madrid está interviniendo en el ala este del edificio para recuperar los interiores de la nave abovedada y las salas anexas a la antigua cocina. Estas labores están compuestas por la restauración de muros interiores y bóvedas, la recuperación de solados, peldaños y pavimento de granito, la restauración de carpinterías originales y sustitución de elementos deteriorados, la reparación de las rejas de la fachada norte, la instalación de iluminación en la bóveda y la reapertura de dos puertas hacia el jardín, actualmente cegadas como ventanas.