Crucero: Cómo protegerse de enfermedades como las gastrointestinales

Los cruceros siguen siendo un tema controvertido para muchos turistas, pero quienes deciden tomar uno, naturalmente, desean disfrutar de un viaje de ensueño sin preocupaciones. Lo último que se desea son problemas gastrointestinales. Sin embargo, los grandes cruceros, donde tanta gente vive en espacios reducidos, se consideran particularmente problemáticos. Muchos pasajeros comparten las mismas habitaciones y piscinas, tocan los mismos objetos y comparten el bufé. Los baños comunes también aumentan el riesgo de infección.
Este año, se produjo un número inusualmente alto de brotes de norovirus en cruceros durante los primeros meses. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. registraron doce brotes a mediados de mayo. En comparación, en todo 2024 se registraron 15 brotes confirmados como causados por norovirus. Aun así, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. informaron una cifra récord y uno de los peores años de norovirus en una década.
Los brotes gastrointestinales en los cruceros se clasifican como tales cuando al menos el 3 por ciento de los viajeros o la tripulación informan síntomas de enfermedad gastrointestinal.
Además del norovirus, la bacteria E. coli también puede causar diarrea en un crucero. Sin embargo, el estrés de la preparación del viaje, el cambio de hora y el cambio climático también influyen.
"Les pedimos a nuestros huéspedes que nos contacten en caso de enfermedad, independientemente del tipo, antes o al inicio de su viaje", explicó una portavoz de Aida Cruises en respuesta a una consulta. Los turistas también deben asegurarse de obtener con antelación las recomendaciones sanitarias y de entrada del operador turístico correspondiente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) recomiendan estas medidas preventivas:
- Lávese las manos: Los turistas deben limpiarse las manos regularmente para eliminar posibles gérmenes, no solo antes y después de ir al baño, sino también durante y después del viaje. Los desinfectantes pueden ayudar, pero no sustituyen al agua y el jabón.
- Evite el contacto con personas enfermas: Cualquiera que vea vómitos o se encuentre con compañeros de viaje enfermos debe mantener una distancia prudencial. Este consejo puede parecer poco comprensivo, pero es necesario para contener la propagación.
- Beber mucha agua, pero sólo limpia: especialmente al desembarcar en países con bajos estándares de higiene, los viajeros sólo deben beber agua de su propia botella.
- Cuidado con la comida callejera y los bufés: Un refrigerio exótico de un vendedor ambulante conlleva el riesgo de arruinar tu viaje soñado en el hospital poco después de consumirlo. Pero los bufés también tienen sus riesgos: no se recomiendan los alimentos crudos o poco cocinados.
- Reportar enfermedad: Como ya se mencionó, cualquier persona que se sienta enferma debe informar a la tripulación de cabina de inmediato. Esto puede prevenir la propagación de la enfermedad.
- Tómate un descanso: Las personas mayores no son las únicas que deben asegurarse de descansar lo suficiente. Los descansos fortalecen el sistema inmunitario.
- Para los niños se aplican normas especiales: por razones de higiene, los niños pequeños que aún no pueden ir al baño por sí solos o que utilizan pañales no pueden acceder a las piscinas de los cruceros.
El autotratamiento para la diarrea del viajero es de utilidad limitada, especialmente a bordo de un crucero. Algunos medicamentos para la diarrea aguda prácticamente paralizan los intestinos e incluso pueden ser peligrosos. Es mejor seguir las recomendaciones del personal médico a bordo.
Es fundamental beber abundante líquido. La conocida terapia de refrescos de cola y palitos de pretzel ayuda, según el Centro de Medicina del Viajero (CRM), pero no es suficiente. Las bebidas deben contener azúcar, sal y potasio para que el cuerpo pueda retener líquidos.
Los viajeros adultos pueden protegerse mejor contra el cólera y la diarrea del viajero si reciben dos vacunas orales con una a seis semanas de diferencia.
En el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores encontrará, por ejemplo, una lista detallada de las vacunas recomendadas contra las famosas enfermedades de crucero.
Malas noticias para los pasajeros cuyo crucero se vio arruinado por el norovirus. El Tribunal de Distrito de Rostock dictaminó en sentencia (47 C 201/12): Una enfermedad gastrointestinal no constituye un defecto de viaje. Para los pasajeros afectados, la decisión implica que no pueden reclamar ni el reembolso del precio del viaje ni una indemnización. El caso se basa en un caso de 2014 en el que un hombre y su esposa desarrollaron primero una enfermedad gastrointestinal durante un crucero por el Mediterráneo y no pudieron desembarcar. La pareja recibió 200 € del operador turístico por las molestias. Sin embargo, la pareja demandó el reembolso del precio del viaje y los gastos médicos, y su demanda fue desestimada por el tribunal de distrito. Por consiguiente, la enfermedad no constituye un defecto de viaje, sino una "concienciación del riesgo general de la vida".
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