La marca del olor: Martillo de médico en lugar de Martillo de calefacción

Hoy en día no es raro despertarse empapado en sudor, y no solo por el calor. Sueño, pesadilla, realidad: todo se funde: en un sueño reciente, vi por primera vez a Chris Hemsworth, alias Thor, blandiendo un martillo como un superhéroe inocente. Todos los villanos huyeron y el mundo parecía estar en orden.
Entonces llegó el escuálido Robert Habeck, que quería acabar con la mafia del CO2 a golpe de martillo, la Ley de Calefacción. Al principio, asestó golpes contundentes; los sistemas de calefacción de gas y petróleo empezaron a sudar, y las bombas de calor sonrieron fríamente. Pero su alegría fue prematura: de repente, Robert se quedó sin martillo, y ahora el juego vuelve a empezar. El sueño, ¿pero una pesadilla? Ahora no es solo el clima el que está en problemas.
Doy vueltas en la cama, inquieta, mientras las imágenes en mi cabeza se transforman: Nina Warken, la nueva ministra, ha dado un paso al frente con valentía para crear un sistema de atención primaria obligatoria, una auténtica bomba para el sistema sanitario. ¿Será Warken, como Thor, una Vengadora que rompe el poder de la mafia de las citas médicas? ¿Salvará ella, como la nueva "Viuda Negra" de la leyenda heroica, a los médicos de familia?
Suena el despertador, pero el sueño continúa, ¿o ya es realidad? En las noticias de la mañana, oigo que la Asociación de Médicos de Familia advierte sobre una "nueva ley de calefacción" si los pacientes tuvieran que pagar a un médico local sin derivación. Exigen que no haya copagos por incumplimiento del sistema de atención primaria.
¿Acaso la ola de indignación por el "martillo médico" también acabará con nuestra nueva superheroína? Por otro lado: ¿Cómo sería un sistema de atención primaria si fuera caprichoso? ¡Sería casi como Thor sin martillo!
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