En la frontera entre Tailandia y Camboya se producen desde hace días intensos combates, ahora también con participación de la marina.

Tras los intensos combates en la frontera entre Tailandia y Camboya, un número creciente de personas huye. Según el gobierno, más de 130.000 residentes solo en Tailandia han tenido que buscar refugio. En Camboya, la cifra se sitúa en torno a los 35.000.
Miles de trabajadores migrantes camboyanos residentes en Tailandia también desean regresar a casa lo antes posible: ya no se sienten seguros ante la escalada de la situación. Sin embargo, muchos más —posiblemente decenas de miles— probablemente hayan solicitado cruzar la frontera por Ban Laem, en la provincia de Chanthaburi, según Thai PBS, emisora de la zona fronteriza. Las cadenas de televisión en línea han hablado de un "éxodo masivo".
Según el gobierno camboyano, más de 1,2 millones de camboyanos vivían y trabajaban en el país vecino en 2024. Imágenes en redes sociales mostraban a numerosas personas llegando al cruce fronterizo cargadas con sus pertenencias. Mientras tanto, los combates continuaban.
El jueves estallaron enfrentamientos a lo largo de la frontera de 800 kilómetros entre ambos países del sudeste asiático. Ambas partes se acusan mutuamente de lanzar los ataques.
Tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, Camboya exigió un alto el fuego inmediato e incondicional y una solución pacífica al conflicto. Tailandia no puede acusar creíblemente a Camboya de atacar, ya que su ejército solo representa un tercio del tamaño del tailandés, declaró el embajador camboyano ante la ONU, Chhea Keo.
Según informes, el ejército tailandés también llevó a cabo varios ataques aéreos contra posiciones militares. Camboya disparó, entre otros, misiles BM-21 contra su país vecino. La Armada tailandesa también está involucrada.
En Camboya, 13 personas han muerto hasta el momento, entre ellas ocho civiles, según informó el Phnom Penh Post, citando al Ministerio de Defensa. Más de 70 personas resultaron heridas, muchas de ellas civiles. Según cifras del gobierno, en Tailandia también se registraron más de una docena de muertes, casi todas civiles. Allí también hubo numerosos ciudadanos heridos.
Human Rights Watch instó a ambos países a proteger a la población civil y la infraestructura civil a toda costa. «En tan solo dos días, los combates en la frontera entre Camboya y Tailandia han causado la muerte y heridos de civiles, incluidos niños, y daños a instalaciones médicas y lugares religiosos y culturales», declaró John Sifton, director para Asia de la organización de derechos humanos. Exhortó a ambas partes a respetar estrictamente el derecho internacional humanitario.
¿Se utilizaron bombas de racimo?El jueves, el fuego de artillería camboyano alcanzó, entre otros, un hospital y un supermercado en la región fronteriza con Tailandia. Sin embargo, Camboya acusa a Tailandia de utilizar municiones de racimo en los ataques, acusación que Tailandia niega. «Human Rights Watch considera ilegal y arbitrario cualquier uso de esta arma en zonas pobladas», declaró.
Esta mañana, por tercer día consecutivo, estallaron combates en la zona fronteriza. Un nuevo frente ha surgido más al sur, concretamente en la provincia tailandesa de Trat, según informó el periódico Khaosod, citando al ejército. Según el ejército tailandés, una montaña en disputa, Phu Makkhuea, también fue capturada por soldados que izaron allí la bandera tailandesa.
El viernes por la noche, las fuerzas armadas tailandesas declararon la ley marcial en ocho distritos de las provincias de Trat y Chanthaburi. La decisión se justificó por las constantes amenazas a la seguridad nacional que representa el país vecino. La ley marcial facilita que las fuerzas armadas lleven a cabo todas las operaciones necesarias para mantener la paz y el orden, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Por otro lado, el embajador tailandés ante la ONU, Cherdchai Chaivaivid, exigió el cese inmediato de las hostilidades por parte de Camboya en la reunión de la ONU para iniciar el diálogo. Lo calificó de "acto de agresión ilegal y arbitrario". Afirmó que ambos países son vecinos cercanos y que la violencia debe cesar.
¿De qué discuten los vecinos?Los dos países están separados por una frontera de más de 800 kilómetros de longitud, cuya línea se estableció durante la época colonial. Sin embargo, los gobiernos de Bangkok y Phnom Penh interpretan esta frontera de forma diferente. Se han producido varios conflictos sangrientos en el pasado, el más reciente en 2011.
Las razones de la actual escalada siguen sin estar claras. La disputa por el templo Prasat Preah Vihear, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2008, se cita repetidamente como la causa. Ambos países reclaman la propiedad del templo hindú, que data de los siglos X al XII. Sin embargo, los observadores creen que la violencia tiene causas mucho más complejas.
ad-hoc-news