Donde Capri parece estar al alcance
Estrecha, ruidosa, accidentada... hermosa. Si te dejas llevar por el poder de Nápoles, podrás pasar unos días maravillosos aquí. Siempre que dejes de lado la autopista de la ciudad y conserves la calma al entrar en el casco antiguo, donde las calles estrechas solo son aptas para Vespas, como mucho.
Es mejor evitar el tráfico y caminar hasta el santuario de Maradona en los bulliciosos Quartieri Spagnoli, donde apenas se filtra la luz, pero el color azul guía el camino a través de los callejones llenos de ropa tendida. Después, puedes unirte a los lugareños en la playa, cerca del Castel dell'Ovo, y probar todas las delicias de la ciudad, por ejemplo, en el "Gran Caffè Gambrinus" bajo las lámparas de araña.
Al anochecer, al emprender el viaje de regreso a casa, algo exhausto y saciado, hacia el aireado barrio de Vomero, entonces y ahora la zona residencial preferida de los napolitanos más adinerados, el Hotel Chiostro San Francesco simplemente te hará feliz. El majestuoso edificio del siglo XIX, ahora convertido en casa de huéspedes, conserva intacto su carácter monástico. Tras los gruesos muros, sobre un tranquilo patio, se encuentran habitaciones muy espaciosas, sin lujos molestos. En resumen: la grandeza reside en la tranquilidad. Desde la terraza, se puede contemplar el Vesubio, el laberinto de calles napolitanas a vista de pájaro y la bahía. La isla de Capri parece casi a nuestro alcance, en un azul intenso.
Chiostro San Francesco, Via Luca Giordano 2, 80127 Nápoles, Italia, tel. 0039/81/19 38 43 01DZ desde 109 euros/noche.
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