62 millones para Q.ant: una startup de Stuttgart quiere resolver los problemas energéticos de la IA con Cherry y UVC

La startup busca resolver los problemas energéticos de la era de la inteligencia artificial con chips fotónicos. El nuevo capital se utilizará, entre otras cosas, para ampliar su equipo.
La clave está en la velocidad, en todos los sentidos: la startup Q.ant, con sede en Stuttgart, ha recaudado 62 millones de euros en una ronda de financiación Serie A para acelerar la comercialización de sus procesadores fotónicos. Esta ronda de financiación se considera la mayor ronda de inversión europea en el campo de la computación fotónica jamás realizada.
Esta tecnología podría ser una solución a los crecientes problemas energéticos de la inteligencia artificial. Mientras que los chips convencionales funcionan con electrones, los procesadores Q.ant utilizan luz para el procesamiento de datos. La compañía promete una eficiencia energética hasta 30 veces mayor y un rendimiento 50 veces superior.
En resumen, esto podría hacer que las computadoras sean muchísimo más rápidas. Al mismo tiempo, se espera que la capacidad de los centros de datos se multiplique por cien.
Lea también
Esto es necesario porque los expertos temen que, si continuamos con estos avances significativos en IA, la electricidad podría llegar a ser insuficiente. La tecnología tradicional de chips está alcanzando sus límites físicos. La Agencia Internacional de la Energía predice que el consumo energético de los centros de datos podría superar el consumo eléctrico anual total de Japón para 2026. Simplemente reducir el tamaño de los chips no funcionará; llegará un momento en que dejarán de serlo. Q.ant resuelve este problema con un nuevo enfoque: computación con luz en lugar de electricidad.
La ronda de financiación fue liderada por Cherry Ventures , UVC Partners e imec.xpand. Otros inversores incluyen a L-Bank, Verve Ventures, Grazia Equity, EXF Alpha de Venionaire Capital, LEA Partners, Onsight Ventures y el grupo de ingeniería mecánica Trumpf, del que surgió Q.ant como escisión en 2018. Tras la ronda de financiación, Trumpf posee solo alrededor de una quinta parte de las acciones, pero sigue siendo el mayor accionista individual.
Lea también
El crecimiento de la empresa ahora debe ser rápido, ya que Q.ant compite con competidores bien financiados como los unicornios estadounidenses y canadienses Psiquantum y Xanadu. Después de todo, Q.ant ha lanzado su producto al mercado en tan solo cinco años.
Q.ant, según la compañía, tiene la intención de utilizar el capital fresco para ampliar la producción de procesadores, hacer crecer el equipo y expandirse a Estados Unidos y Asia.
En Alemania, la startup Black Semiconductor de Aquisgrán también trabaja en una solución al problema de la creciente demanda de potencia de cálculo: los fundadores de la Universidad RWTH de Aquisgrán han desarrollado semiconductores basados en la integración de grafeno y fotónica.
El grafeno es carbono, pero superultrafino, con un grosor de tan solo un átomo. Esto podría utilizarse para conectar varios chips, lo que también podría resolver el problema de que, llegado el momento, los chips simplemente no se puedan reducir. Black Semiconductor obtuvo una financiación de 254,4 millones de euros en junio de 2024.
Lea también
businessinsider