"Escatimación": Cómo los fabricantes ahorran en ingredientes alimentarios mientras los precios se mantienen.

En el supermercado, es casi imposible darse cuenta cuando los ingredientes de tu muesli favorito cambian repentinamente. El Centro de Atención al Consumidor de Hamburgo lo considera una estrategia para engañar a los clientes. La asociación critica a algunos fabricantes por sustituir ingredientes caros como la carne, la mantequilla o las avellanas por otros más económicos como el agua o los aromas. Este fenómeno se denomina "skimpflation" (desnatación).
"Los consumidores parecen comprar el mismo producto, pero reciben una calidad inferior por su dinero", afirma Armin Valet, experto en alimentación de la Agencia de Protección al Consumidor. Esta práctica es legal siempre que los ingredientes modificados se indiquen correctamente en el envase. "Esto resulta atractivo para los fabricantes cuando las materias primas se encarecen". Esto permite ahorrar costes de producción. El precio de venta, a su vez, suele mantenerse.
La Agencia de Protección al Consumidor publicó esta semana una nueva lista de productos afectados. Esta incluye la crema de turrón de frutos secos favorita de Netto. El contenido de avellanas en esta crema se redujo del 20 % al 13 %. Una solicitud a la cadena de descuento Netto no recibió respuesta inicialmente.
Para el kétchup de la marca propia KClassic de Kaufland, ahora se utiliza pasta de tomate al 72 % en lugar de la pasta de tomate doblemente concentrada al 73 % anterior. Las recetas se ajustan periódicamente y el proveedor cambió a principios de año, según explicó la cadena minorista. Las pruebas sensoriales han confirmado que el producto cumple con las expectativas del cliente.
Otro ejemplo es la "Salsa de Mantequilla Feinschmecker Zitronen" de Knorr. El contenido de mantequilla se ha reducido del 25 % al 10 %. Ahora se pide a los consumidores que añadan cinco gramos de mantequilla. La empresa alimentaria Unilever no respondió a una solicitud de comentarios.
El queso procesado "Milkana cremoso ligero" también se añadió a la lista. En este caso, el contenido de queso se redujo del 65 % al 42 %. Según el fabricante, Savencia, este cambio ha mejorado la calidad. Si bien contiene menos queso, ahora también contiene mantequilla. El contenido de grasa es mayor que antes. Según un portavoz, el envase indica: "Ahora aún más sabroso".
Christoph Minhoff, director ejecutivo de la Asociación Alemana de Alimentación, rechaza las acusaciones. Afirma que lo que se denuncia como descafeinado es una "reacción necesaria" a factores como el fuerte aumento de los precios de las materias primas, la interrupción de las cadenas de suministro, los nuevos requisitos legales e incluso compromisos voluntarios como la reducción del azúcar, las grasas y la sal.
La lista del Centro de Atención al Consumidor de Hamburgo incluye unos 40 casos. Según Valet, es probable que la cifra real sea significativamente mayor. Insta a los consumidores a denunciar los productos afectados. Afirmaciones como "Nueva receta" o "Receta mejorada" son engañosas y motivo suficiente para ser escépticos. El problema: solo quienes comparan las listas de ingredientes antiguas con las nuevas notan las diferencias. "Pero nadie conserva los productos antiguos ni conoce sus recetas", afirma Valet.
Los defensores del consumidor exigen un etiquetado claro y obligatorio de los cambios en las recetas. Según Valet, el tamaño de los envases también se reduce al mismo tiempo, a menudo manteniendo el mismo precio. Esto se denomina "shrinkflation" (inflación de la contracción) y rara vez lo divulgan los fabricantes.
El productor de muesli Kölln optó por un enfoque diferente. La empresa anunció recientemente que reduciría la cantidad de relleno de su muesli de chocolate, manteniendo el precio. El motivo alegado fue, entre otras cosas, el fuerte aumento del precio del cacao. El envase se etiquetará en consecuencia.
RND/dpa
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