¿Tiene la izquierda de la “última generación” un vacío en el movimiento climático?

Casi un año después de la disolución de la "Última Generación" en Austria, la exportavoz del movimiento de protección del clima, Marina Hagen-Canaval, está convencida de que hemos dejado un vacío. Las controvertidas protestas de bloqueos en autopistas y otros cruces de tráfico "garantizaron que la catástrofe climática siguiera siendo tema de conversación", explicó la nativa de Vorarlberg a la APA. "Y ahora vemos que, como ya no se habla de ello, hay retrocesos".
En base a esto, Hagen-Canaval preguntó: "¿Cómo es posible que el billete climático se encarezca, pero que el euro para el transporte diario se triplique? Eso no es respetuoso con el medio ambiente". La relevancia política de la protección del clima ha "desaparecido por completo", afirmó. "Y creo que esa es la mejor razón de ser de la 'Última Generación', que ahora está cobrando mucha visibilidad", enfatizó Hagen-Canaval. Sin embargo, la activista aclaró en este contexto que la implementación de la protección del clima es responsabilidad de la política y no de las ONG, aunque estas pueden impulsar el desarrollo.
Sin embargo, la joven de 29 años descarta el regreso de la "Última Generación" o una reestructuración, como en la vecina Alemania, donde miembros del movimiento hermano formaron la "Nueva Generación" y el "Colectivo de Resistencia". "Lo dimos todo, pero llega un momento en que la energía se agota", dijo. "He cumplido con mi deber, puedo dormir tranquila porque sé que lo hice todo". En cambio, en Austria, en general, percibe una falta de "compromiso social".
Ella y muchos de sus antiguos compañeros están "cansados de la gente que critica y no hace nada", dijo Hagen-Canaval. "En el futuro, dependerá precisamente de estas personas y de que se unan al próximo movimiento de resistencia".
Por esta razón, escribió un libro titulado "Resistencia: Una Declaración de Amor a los Incómodos" sobre su carrera y la "Última Generación". Como estímulo para la participación activa, incluye, entre otras cosas, instrucciones para los bloqueos de carreteras como "herramienta para el empoderamiento de la ciudadanía en las democracias", como escribe Hagen-Canaval. El libro concluye con una especie de lista de pasos que contribuyen a la lucha contra la crisis climática; el último punto: "Deja de poner excusas".
Marina Hagen-Canaval completó un máster en Informática Empresarial y Sistemas de Información en Würzburg y Liechtenstein. Un año después de unirse a la "Última Generación" en mayo de 2022, dejó su trabajo como directora de proyectos de TI y posteriormente se desempeñó como portavoz de prensa, siendo una de las voces principales del grupo activista. En agosto de 2024, el movimiento se disolvió. La joven de 29 años estudia ahora Derecho, es concejala de Los Verdes en su ciudad natal, Götzis, y desde entonces se ha retirado del activismo.
La "Última Generación" protestó en los últimos años con bloqueos de carreteras contra la política climática del gobierno federal. La fiscalía de Viena investiga actualmente a varios exmiembros por sospechas de formar una organización criminal y causar graves daños materiales. Paralelamente, numerosos procedimientos siguen en curso ante tribunales administrativos en toda Austria, así como un procedimiento tras la prohibición de residencia impuesta por el Ministerio Federal de Inmigración y Asilo (BFA) contra un activista alemán.
Este artículo ha sido traducido automáticamente, lea el artículo original aquí .
vol.at