Por primera vez en 50 años: un kiwi raro fue redescubierto en el continente de Nueva Zelanda.

Por primera vez en 50 años, se ha avistado un ave extremadamente rara en estado salvaje en Nueva Zelanda continental: una hembra de kiwi Pukupuku —también conocido como kiwi enano o kiwi moteado menor— fue avistada por primera vez por un cazador en la costa oeste de la Isla Sur, anunció el Departamento de Conservación (DOC) de esta nación del Pacífico. Los expertos lo califican de "milagro".

Conocida científicamente como Apteryx owenii, esta es la especie de kiwi más pequeña y rara de todas, y se consideraba extinta en las dos islas principales de Nueva Zelanda . El animal fue descubierto en la remota zona silvestre de Adams.

Anteriormente se asumía que esta ave no voladora solo se encontraba en islas cercanas a la costa y en zonas cercadas y libres de depredadores. Tras el avistamiento, la agencia envió al guardabosques Iain Graham y a su perro adiestrado para la conservación, Brew, a la zona para rastrear al kiwi.

"Escuché el canto de un kiwi la primera noche (...) y supe de inmediato que no se parecían a otros kiwis", dijo Graham. "Fue emocionante, pero tardó varios días en delimitar la zona". Tras días explorando terreno accidentado, finalmente avistó al ave de noche. El experto le quitó unas plumas diminutas, confirmando posteriormente que se trataba de un kiwi Pukupuku.

Emily King, directora de la organización de conservación de aves Kiwi Recovery Group, enfatizó que el descubrimiento fue un auténtico milagro. "El último avistamiento conocido de un kiwi pukupuku en tierra firme ocurrió en 1978". A pesar de años de búsquedas específicas, no se ha vuelto a ver ningún ejemplar, hasta ahora.

Los kiwis son las aves corredoras más pequeñas del mundo y solo se encuentran en Nueva Zelanda. Son el ave nacional del país. Son animales verdaderamente inusuales: no pueden volar, tienen muy mala vista y tienen las fosas nasales obstruidas crónicamente. Además, huelen a humedad.

A pesar de sus muchas peculiaridades, o quizás debido a ellas, los neozelandeses han acogido a este excéntrico animal con cariño como a ninguna otra criatura, tanto que toda la nación le ha puesto su nombre. Kiwi, la palabra, ha sido sinónimo de Nueva Zelanda desde hace mucho tiempo.

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