La frustración por la vivienda crece, especialmente entre inquilinos y habitantes de ciudades.
Un hogar debería ofrecer un refugio, calidad de vida y seguridad. Sin embargo, para muchos austriacos, vivir es más una cuestión de compromiso que de comodidad, como demuestra una encuesta reciente.
Menos de la mitad de los austriacos están completamente satisfechos con su vivienda. Esta es la conclusión del portal inmobiliario immowelt, tras una encuesta a 1.000 personas. Según esta encuesta, el 59 % reporta "factores disruptivos específicos". Los motivos para mudarse varían según la edad.
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La insatisfacción es especialmente alta entre los inquilinos, los jóvenes y los habitantes de las ciudades. En general, alrededor del 28 % de los encuestados está considerando mudarse en los próximos cinco años.
Si bien esto suele ocurrir por motivos personales entre los menores de 30 años, el deseo de más espacio predomina entre quienes tienen entre 30 y 39 años. En este grupo de edad, la insatisfacción con el ruido, la infraestructura o el vecindario es fundamental. A partir de los 50 años, cobran importancia la accesibilidad, la tranquilidad y la proximidad a los servicios básicos.
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