Estudio sobre las lágrimas: ¿Pueden mentir las lágrimas? – Los hombres que lloran tienen más probabilidades de ser creídos.

Cuando la gente llora inesperadamente, es más probable que creas en sus lágrimas. Un estudio de la Universidad de Łódź (Polonia), publicado en la revista PLOS One, lo demuestra. Se pidió a los encuestados que calificaran la autenticidad de sus expresiones faciales o si consideraban que el llanto era simplemente lágrimas de cocodrilo que se formaban estratégicamente.

En dos estudios principales, se mostraron imágenes de rostros a unos 3500 participantes de Noruega, Polonia, Sudáfrica, Canadá y el Reino Unido, algunos de los cuales fueron editados para que parecieran llorosos. En algunas imágenes, los participantes vieron situaciones en las que personas se comportaban de forma manipuladora, por ejemplo, colándose en la fila. Las fotos también mostraban rostros con distintos grados de calidez. A continuación, se les pidió a los participantes que calificaran su nivel de honestidad en las personas mostradas.

El resultado fue sorprendente en dos sentidos: aunque las lágrimas en general tuvieron solo una influencia muy pequeña en cómo los encuestados percibieron la honestidad en las fotos, según un comunicado de prensa sobre el estudio, también se mostraron rostros sin lágrimas para dar contexto, y los autores señalan que varios factores influyeron en la evaluación de la honestidad.

Sin embargo, las lágrimas fueron un factor que tuvo un efecto comparativamente fuerte en dos grupos: en las fotos de hombres, quienes según el estudio suelen parecer menos cálidos, y en las fotos de mujeres, quienes aparentemente parecían menos cálidas.

Para estas personas, las lágrimas podrían ser "socialmente más útiles", concluyó Monika Wróbel, de la Universidad de Lodz, según un artículo publicado en la revista PLOS One. Por lo tanto, su llanto sería percibido como una señal más sincera por la otra persona, quien estaría más motivada a ayudar a la persona que llora. "Quizás los observadores asumen que debe haber una razón genuina por la que los hombres o las personas menos afectuosas lloran, lo cual es bastante inesperado".

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